Alberto Baillères, además de haber sido un exitoso empresario, fue un amante de los toros. La tauromaquia fue una pasión que lo acompañó a lo largo de su vida, la cual disfrutaba tanto en México como en España.
En España llegó a construir una plaza llamada Bilbao Vista Alegre, la cual tomó forma como proyecto en 2019, y su objetivo era darle vida a un sitio histórico para el arte, en un lugar que había sido consumido por un incendio en 1961.
Plaza México
Desde el 2016, Alberto Baillères junto con el arquitecto y ganadero Javier Sordo, estuvo a cargo de la dirección de la Plaza México, el máximo recinto de toros nacional y uno de los principales a nivel mundial.
El gusto por los toros lo reflejó en varias de sus inversiones, pues pese a tener el océano Atlántico de por medio, adquirió la ganadería Zalzuendo en España, que era propiedad de su amigo Fernando Domecq, con quien llegó a sostener varias charlas sobre la crianza de ganado, y lo que logró cumplir uno de sus sueños: ser ganadero de bravo en España.
Espectáculos Taurinos de México
Pero en México también invirtió en otras Begoña, Santa Teresa, San Miguel de Mimiahuápan y San Martín, a través de su empresa Espectáculos Taurinos de México (EMTSA), teniendo presencia en ciudades como Guadalajara, Mérida, León o Aguascalientes.
En una entrevista con el diario ABC de España, en junio de 2019, Baillères hablaba de esta pasión por la tauromaquia. “La tauromaquia gira alrededor de un animal salvaje e impredecible, el toro, y de un ser humano que arriesga su vida por el placer de crear en el proceso una obra de arte que emociona, a los que nos gusta, de una manera profunda hasta provocar las lágrimas, como lo pueden hacer una obra de Picasso o Miró, o una composición musical de Bach o Beethoven. O puede ser aún más intensa porque es efímera e instantánea, que no se puede plasmar para la eternidad; es irrepetible, por lo que su impacto emocional es muy profundo. Por todo esto me siento un privilegiado al participar intensamente en el toreo”, dijo.
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