El Banco Mundial informó que en México, Brasil, Etiopía, Pakistán, Sudáfrica y Vietnam, el 25 por ciento de los jóvenes no fue a la escuela, no tiene trabajo ni capacitación durante 2021, y después de la pandemia del covid-19.
La pandemia fue un golpe fuerte para el empleo de los jóvenes. A finales de 2021, 40 millones de personas que habrían tenido trabajo bajo condiciones distintas, es decir, antes del confinamiento por el covid, no lo tenían, lo que empeoró las tendencias de desempleo juvenil, según el organismo internacional.
Al mismo tiempo, los ingresos de los jóvenes se redujeron un 15 por ciento en 2020 y 12 por ciento en 2021. Los nuevos participantes con menor nivel de educación tendrán ingresos un 13 por ciento menores durante sus primeros 10 años en el mercado laboral.
El organismo internacional recalcó que la pandemia afectó el desarrollo cognitivo y los ingresos a lo largo de la vida de los niños y jóvenes de países de ingreso bajo y mediano, lo que pone en riesgo el bienestar, crecimiento de las economías y causa la posibilidad de perder una generación entera.
“La pandemia de covid-19 interrumpió la acumulación de capital humano en momentos críticos del ciclo de vida, lo que descarriló el desarrollo de millones de niños y jóvenes en países de ingresos bajos y medianos. El momento de tomar medidas es ahora, o los países se arriesgan a generaciones marcadas de potencial insatisfecho”, comunicó el Banco Mundial.
‘Reporte colapso y recuperación: cómo el covid-19 erosionó el capital humano y qué hacer al respecto’, se focaliza en personas que tenían menos de 25 años al comienzo de la pandemia y la conclusión es que los estudiantes de hoy podrían perder hasta el 10 por ciento de sus ganancias futuras debido a las crisis educativas causadas por la pandemia.
La educación no alcanza
Además, el Banco Mundial se centró en el impacto en los niños, entre los hallazgos destacó que debido a la pandemia, los niños en edad preescolar de varios países perdieron más del 34 por ciento del aprendizaje en lengua y alfabetización tempranas y más del 29 por ciento del aprendizaje en matemáticas, en comparación con las multitudes anteriores a la pandemia.
En diversos países, incluso tras la reapertura de las escuelas, la matriculación preescolar todavía no se había recuperado a finales de 2021, en varios casos, se mantenía en más de 10 puntos porcentuales por debajo de lo normal. Los niños también sufrieron inseguridad alimentarias durante la pandemia.
Lo niños en edad escolar, en promedio, por cara 30 días de cierre de escuelas, los alumnos perdieron alrededor de 32 días de aprendizaje, ya que los cierres y las medidas ineficaces de aprendizaje a distancia hicieron que los estudiantes no aprendieran y hasta olvidaran los conocimientos que ya habían adquirido.
En países de ingres bajo y mediano, casi mil millones de niños perdieron al menos un año completo de educación presencial debido al cierre de las escuelas, y más de 700 millones perdieron un año y medio.
“En consecuencia, la pobreza de aprendizajes, que ya era del 57 por ciento antes de la pandemia, ha aumentado aún más en estos países, y se estima que el 70 por ciento de los niños de 10 años no pueden comprender un texto básico”, dice el Banco Mundial.
El déficit cognitivo en los niños pequeños de hoy podría traducirse en una disminución del 25 por ciento en los ingresos cuando sean adultos.
David Malpass, quien el 15 de febrero renunció a la presidencia del Grupo Banco Mundial, solicitó a los países trazar un nuevo rumbo para incrementar las inversiones en capital humano para ayudar a la ciudadanía a ser más resiliente ante las amenazas superpuestas de las crisis sanitarias, conflictos, crecimiento lento y cambio climática, así como a sentar bases sólidas para un crecimiento más rápido e inclusivo.
AA