Ante el incremento en las transacciones del comercio electrónico, en 2021 la presión de fraude alcanzó su máximo nivel en 220 por ciento, en comparación a los niveles previos a la pandemia, de acuerdo con un informe de Signifyd, empresa dedicada a la protección comercial.
El estudio reveló que los mayores ataques se reportaron en la apropiación de cuentas, el cual tuvo un alza de 239 por ciento en 2021; fraudes perpetuados desde los quioscos de autoservicio en las tiendas aumentaron 149 por ciento y; los ataques de bots automatizados aumentaron 146 por ciento.
Las tendencias parecen ser signos de la creciente sofisticación del fraude en el comercio electrónico en México. A medida que los comercios mejoran sus defensas de protección contra el fraude, los defraudadores y los consumidores que buscan aprovecharse han respondido del mismo modo.
Eso crea un desafío adicional para los retailers mexicanos porque las tasas de autorización y aprobación de pedidos en línea están atrasadas con respecto a otras regiones del mundo.
En el caso particular del sector bancario, las instituciones financieras del país rechazan en promedio 37 por ciento de las órdenes en la etapa de autorización, indicó el estudio.
“En general, lo que he notado este año es que el fraude que estamos viendo se ha vuelto más complejo, en especial, con el aumento de la apropiación fraudulenta de cuentas”, dijo Luz Cervantes, gerente de inteligencia de riesgos de Signifyd.
La pandemia de covid-19 y los cierres resultantes dieron paso a una nueva "era dorada del comercio electrónico", y un gran espacio para el fraude. Conforme los consumidores recurren con más frecuencia a las compras en línea, el comercio electrónico se convierte en una parte mayor de los ingresos totales del comercio.
PGG