Llegó el fin de año y es momento de plantearse nuevos propósitos para el próximo año como bajar de peso y leer más, pero sin duda uno de los más populares es incrementar nuestro ahorro y así mejorar nuestras finanzas personales, por lo que no pasa por la mente entrar a una caja de ahorro o un fondo de ahorro; sin embargo, estos instrumentos suelen causar confusión entre los trabajadores. Aquí te lo explicamos.
Ambos son beneficios que las empresas ofrecen a los trabajadores y la finalidad de ambos es fomentar el ahorro de sus empleados mediante las retenciones que se hacen vía nómina.
Caja de Ahorro
Este se trata de una prestación en la que es de forma opcional para los empleados. Dentro de ella, el trabajador decide el monto de las retenciones que se harán periódicamente a su salario y la empresa para la que labora, es la que se encarga de hacer dicho descuento, de acuerdo con la empresa especializada en recursos humanos Fortia.
Por su parte, cuando un colaborador necesita dinero, tiene derecho de acceder a un préstamo de su caja de ahorro, generalmente a tasas menores que las que se pueden observar en el mercado.
De acuerdo con la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), los ingresos provenientes de esta fuente pueden ser deducidos por el trabajador bajo ciertas condiciones.
Además, el empleado también puede generar depósitos adicionales en la caja y recibe un interés por su dinero abonado. En esta modalidad de ahorro se maneja cuentas a distintos plazos y rendimientos, es decir, puede haber vencimientos diarios, mensuales, trimestrales e inclusive, anuales.
Fondo de Ahorro
Por otro lado, este beneficio corporativo es de carácter obligatorio y funciona con aportaciones de ambas partes, tanto de la empresa como del asalariado. La retención de su ingreso mensual es cercana al 10% del total de las remuneraciones. Si cumplen con las especificaciones estipuladas en la ISR, las aportaciones de la compañía pueden ser deducibles.
Finalmente, a diferencia de lo que sucede en la caja de ahorro, los colaboradores reciben el depósito de su ahorro acumulado en una fecha previamente estipulada que es la misma para todos, ya sea de forma anual (en diciembre, por lo general), semestral o mensual. Asimismo, el plazo y el rendimiento del fondo es el mismo para todos los empleados.
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