El euro alcanzó la madrugada de este martes la paridad con el dólar por primera vez en dos décadas, lastrado por la probabilidad de una recesión regional causada por una crisis energética y los anuncios de alzas de tasas de interés del BCE, que van muy por detrás del endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
De acuerdo con Banco Base, antes de las cinco horas de la mañana la moneda cotizó en un dólar por euro, su nivel más bajo desde diciembre de 2002.
"El euro muestra una depreciación de solo 0.04 por ciento, cotizando en 1.0036 dólares por euro, pero alcanzó una cotización de en un dólar por euro a las 4:46 de la mañana, el nivel más bajo para el euro desde el 5 de diciembre del 2002", destacó.
Tras caer a la paridad, el euro logró recuperar algunas posiciones rápidamente por lo que no llegó a pagarse por debajo de un dólar.
El índice dólar, una medición frente a seis contrapartes donde el euro tiene una ponderación importante, sumaba un 0.3 por ciento a 108.45 unidades. Anteriormente, había subido a 108.47 unidades, su nivel más alto desde octubre de 2002.
Neil Jones, director de ventas de divisas de Mizuho Bank, dijo que una gran fila de órdenes de compra de euros a 1 dólar para reducir la exposición al efectivo mediante la compra al contado o las estructuras de opciones mantenía al euro estable en torno a esos niveles.
El euro estuvo a punto de caer al límite después de una lectura nefasta del instituto de investigación económica ZEW, que mostró que la confianza de los inversores alemanes cayó en picada en julio a menos 53.8 puntos desde menos 28.0 en junio.
El gasoducto más grande que transporta gas ruso a Alemania, el Nord Stream 1, comenzó el mantenimiento anual el lunes y se espera que los flujos se detengan durante 10 días. Pero los gobiernos y los mercados están preocupados de que Rusia pueda extender el cierre, exacerbando la crisis energética y llevando a la economía a la recesión.
Analistas dijeron que la economía débil aumenta la incertidumbre sobre el plan del Banco Central Europeo para aumentar las tasas de interés, inicialmente en 25 puntos básicos en julio y luego en 50 puntos básicos en septiembre.
"No parece haber mucho apoyo para el euro en este momento. No solo se relaciona con los precios de la gasolina, sino con lo que parece ser una división dentro del BCE sobre cuánto suben las tasas", dijo Sarah Hewin, directora ejecutiva de economista de Standard Chartered.
El movimiento hacia la paridad ha generado especulaciones sobre la intervención del BCE, pero fuentes del banco central han dicho a Reuters que no hay interés en intervenir. El banco intervino por última vez para respaldar la moneda única en 2000.
La debilidad del euro ha sido una gran parte del impulso al alza del índice del dólar, pero la moneda estadunidense también se ve respaldada por las preocupaciones sobre el crecimiento en otros lugares, ya que China en particular está implementando políticas estrictas por el covid para contener nuevos brotes.
lvm