En un posible escenario en el que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, decida imponer aranceles a las exportaciones, y el Gobierno mexicano responda de manera similar, el principal punto vulnerable para México sería el suministro de gas natural. Existe el riesgo de que el flujo de este recurso se vea interrumpido, advirtió César Cadena, presidente del Clúster Energético de Nuevo León.
“Qué pasará si se pone arancel a la importación de maíz proveniente de Estados Unidos, México correría el riesgo de que Trump nos cierre la llave al suministro de gas natural, y ahí sí nos afectaría por todos lados. Esto sería la consecuencia de llevarnos a manotazos”, indicó el presidente del Clúster.
Y es que el 70 por ciento de gas natural proviene de Estados Unidos, materia prima para la generación de electricidad.
“Va a venir mucho el golpeteo político y mientras ese tipo de amenazas le surta efecto al gobierno de Trump, la mantendrá. Así que tendremos en los primeros meses de 2025 ese golpeteo político”, añadió.
Dijo que México no ha querido invertirle al fracking o fracturación hidráulica, mientras que en Estados Unidos el 10 por ciento de su PIB va para el fracking, un tema que lo tiene muy politizado el Gobierno mexicano.
De acuerdo con información de la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN), México no cuenta con almacenamiento de este combustible, situación que lo deja en una posición de vulnerabilidad ante posibles interrupciones en el suministro.
Según un estudio realizado entre el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) y la AMGN, entre enero de 2010 y septiembre de 2024, la producción nacional total de gas natural cayó 35.1 por ciento.
De ahí que México necesite una estrategia que le permita gradualmente incrementar la producción de este combustible.
“El país corre un riesgo de seguridad energética al depender de un único proveedor para el suministro de la mayoría de su consumo. El reto, en el fondo, recae en ofrecer esquemas con incentivos atractivos para apostar por la producción nacional tanto de Pemex como de privados vía asociación público-privado”, indica el estudio.
En cuanto a inventario, en el 2018 se estableció el objetivo de contar con cinco días de inventarios para el año 2026 con la demanda proyectada para 2029.
Para llegar a este objetivo, se contempla utilizar los yacimientos agotados de Acuyo (Chiapas), Brasil (Tamaulipas), Jaf (Veracruz) o Saramako (Tabasco), para desarrollar la infraestructura inicial. Sin embargo, esta meta no registró progreso en el periodo 2019-2024.
A lo anterior, se suma que en las entidades que cuentan con suministro, no existe un enmallado que garantice el suministro ininterrumpido de este combustible cuando un ducto se encuentre fuera de operación (por mantenimiento o por cualquier otra circunstancia).
Esto impacta tanto a generadores eléctricos como a industrias manufactureras.
cog