Tras la pandemia, una de las variables económicas de mayor interés ha sido el volumen de remesas que llegan a América Latina, y México es uno de los principales destinos de capital desde los Estados Unidos.
Ante ese panorama, el Center for Financial Access, Inclusion and Research (FAIR Center) de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey realizó una investigación sobre el tema que se centra en la inclusión financiera, estudiando cómo puede contribuir a una mayor eficiencia operativa de las remesas con menores costos e impulsando la educación en finanzas personales.
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Guanajuato, estado importante en remesas
El análisis realizado por el Centro sobre el comportamiento de las remesas en la región, con especial énfasis en México, busca comprender su evolución y observar cómo las tecnologías utilizadas en estas transacciones han contribuido a la construcción de un mercado competitivo.
“Nuestro país se ha consolidado como el principal receptor de remesas en la región. Tan sólo entre enero de 2023 y marzo de 2024, los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chiapas y el Estado de México han sido los más beneficiados, recibiendo un total de $5,547 millones de dólares. Esta cifra representa 39.4% del total de remesas recibidas en toda la república durante ese periodo”, comentó el profesor Pablo Pérez Akaki, autor del estudio y líder en región CDMX del FAIR Center.
Hallazgos
La innovación en servicios digitales, incluyendo plataformas móviles y basadas en criptomonedas, ha ganado terreno, aunque su accesibilidad para usuarios tradicionales aún es limitada pues sólo 20% de las remesas utilizan estas opciones.
Las remesas, al ser transferencias internacionales de recursos, tienen una relación directa con los mercados financieros, de ahí su importancia como impulsoras de inclusión financiera, al permitir la ampliación del uso de instrumentos y de servicios financieros útiles y asequibles que atienden las diferentes necesidades de pagos, ahorro, crédito, seguros y transacciones para las y los usuarios.
“Aunque podemos considerar que las remesas son un primer paso para la inclusión financiera, no siempre es así; tampoco el simple hecho de ser usuarios de un mecanismo digital de transferencias implica una mayor inclusión para ellas y ellos”, añadió el profesor Pérez Akaki.
De esta manera, para impulsar la inclusión financiera entre los receptores de remesas, es crucial implementar prácticas efectivas y diseñar productos financieros centrados en las necesidades de los clientes que aseguren que dichos servicios sean accesibles y útiles para los migrantes y sus familias. Estas acciones no sólo ayudarán a los beneficiarios de remesas, sino también contribuirán al desarrollo económico de sus comunidades de origen.
Por lo anterior, queda claro que la educación financiera, la innovación tecnológica y la adaptación de políticas públicas son esenciales para convertir las remesas en un factor, más que económico, de impulso del desarrollo humano y reducción de la pobreza.