Para algunos analistas, estos cambios suponen que los inversores tengan que plantearse ya si ha llegado el momento de hacerle un sito en las carteras a la bolsa japonesa o, lo que es lo mismo, de comprar acciones niponas.
Desde el segundo semestre del año pasado, el mercado esperaba la supresión de los tipos de interés negativos en torno a la primavera de 2024. Sin embargo, los indicadores económicos nacionales se han ralentizado en los últimos meses, y había división de opiniones sobre si se tomaría una decisión antes del final del año fiscal japonés que tendría lugar en el mes de marzo.
Sin embargo, la tasa de aumento salarial anunciada por las empresas y los sindicatos para el nuevo año fiscal (abril de 2024-marzo de 2025) superó significativamente los niveles esperados, lo que se cree que ha apoyado las discusiones sobre la subida de tipos en la última reunión de política del Banco de Japón (BoJ).
En las negociaciones salariales anuales de primavera del año pasado, en respuesta a la inflación, se produjo un aumento salarial medio del 3,6%, el más alto de este siglo. Sin embargo, esta tasa no fue suficiente para seguir el ritmo de la inflación, lo que se tradujo en unos ingresos reales negativos continuados.
Dado que la inflación por sí sola no determina el crecimiento de los ingresos, Japón necesitaba un detonante para entrar en un nuevo régimen de crecimiento sostenido de los ingresos y continuar una tendencia estable y suave de la inflación. Y eso ocurrió por sorpresa.
Por lo tanto, acaba de comenzar el nuevo año fiscal y es el momento de responder a esa pregunta de si llegó la hora de comprar acciones japonesas. Las principales empresas anunciaron aumentos salariales muy superiores a la actual tasa de inflación, en torno al 2% interanual, entre ellas Subaru, con un 5,0%, el fabricante de bebidas Kirin, con un 7,5%, Hitachi, con un 5,5%, la aseguradora Dai-ichi Life, con un 6,0%, y Nippon Steel, con un 14,2%.
En las pequeñas y medianas empresas también se observaron cifras del 4-5%, lo que invita a comprar acciones japonesas. De las explicaciones de los directivos de las empresas se desprende el deseo de corregir el actual problema de los bajos salarios de los empleados, que contrasta fuertemente con el continuo aumento de los sueldos, los dividendos y las retribuciones de los ejecutivos que se observa en el extranjero.
A pesar del aumento de los beneficios y la mejora de la productividad en las empresas japonesas, los salarios reales de los trabajadores nacionales se han mantenido planos durante más de 20 años debido al estancamiento de los precios. Esto llevó al primer ministro Fumio Kishida, en los últimos días de 2023, a pedir a las empresas japonesas que subieran los salarios a un nivel más rápido que antes. Parece probable que el nivel de ajuste salarial se mantenga durante varios años. Esto evidencia que los frutos de las reformas del sector empresarial iniciadas hace 12 años están llegando por fin a los ingresos.
¿Son demasiado conservadoras las expectativas de nuevas subidas de tipos?
Si estamos entrando en un ciclo virtuoso, la expectativa del mercado de un total de subidas de tipos de interés de 50 puntos básicos, una en el segundo semestre de 2024 y otra en 2025, podría ser conservadora. Y este es un aspecto clave a la hora de decidir si ha llegado el momento de comprar acciones japonesas.
Si se tiene en cuenta el impacto de las subidas de los salarios en la inflación, dos alzas de tipos seguirían manteniendo un tipo de interés real negativo relevante. El mercado necesita revisar el consumo personal futuro, los ingresos, las tasas de inflación y las tendencias de los tipos de interés, lo que podría tener un impacto positivo en el mercado de valores.
¿Cómo afecta todo esto a las opiniones de los expertos en la Bolsa de Japón? En general, los analistas siguen creyendo que los valores financieros están bien posicionados para obtener mejores resultados, ya que el mercado sigue subestimando las repercusiones positivas del cambio de régimen de los tipos de interés.
Y tras haber observado un fuerte crecimiento salarial en una amplia gama de sectores, también están aumentando su confianza en el sector minorista nacional, una opinión esta última en la que no todos los expertos coinciden. Para algunos es momento de comprar acciones japonesas de gran capitalización. Para otros, también se podrían comprar acciones niponas de media y baja capitalización. Al final la decisión es de cada inversor.
Con el Nikkei 225 en máximos ¿es tarde para comprar acciones?
El principal indicador de la Bolsa de Tokio, el Nikkei está por encima de los 40.000 puntos, gracias al fuerte repunte que vivió a lo largo de 2023. Para algunos expertos, podría ser un poco tarde para comprar acciones japonesas. Pero para otros todavía le queda margen a la Bolsa de Japón para seguir subiendo. Esta última opinión se asentaría en tres ideas de inversión.
Por un lado, en unas valoraciones atractivas. Por ejemplo, el índice MSCI Japan mantiene una relación precio/beneficios (PER) de 16,35 veces frente a la de otros índices importantes como el S&P 500, que se sitúa en 22,93 veces. Además, el MSCI Japan ofrece una la rentabilidad por dividendo del 1,99%, mucho mayor que la de otros indicadores relevantes como el S&P 500, que es del 1,4%.
Por otro lado, comprar acciones es más fácil porque en Japón hay bastante efectivo al margen. Los depósitos son el 52,5% de los activos financieros de los hogares, por sólo el 12,5% en EE.UU. y el 35,5% en la eurozona. Así, no sorprende que los hogares de Estados Unidos y la zona euro tengan mayores asignaciones a acciones.
Y en tercer lugar, estaría esa normalización de la política monetaria. La primera subida de tipos en 17 años enviaría el firme mensaje de que Japón ya no necesita un apoyo tan elevado porque se encuentra en mejores condiciones y se espera que siga mejorando. Además, es probable que la normalización provoque un fortalecimiento del yen, lo que también podría ser positivo para comprar acciones niponas.