La inflación en Estados Unidos se disparó 1.3 por ciento en junio, impulsada por el alza récord de los precios de la gasolina, por lo que índice interanual alcanzó un récord en más de cuatro décadas, según los datos oficiales publicados.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó 9.1 por ciento en los últimos 12 meses, el mayor incremento anualizado desde noviembre de 1981, frente a 8.6 por ciento del año cerrado en mayo, informó el Departamento de Trabajo. La cifra supone un nuevo golpe para el gobierno del presidente estadunidense Joe Biden que lleva varios meses intentando frenar la inflación.
La cifra supone un nuevo golpe para el gobierno del presidente estadunidense que lleva varios meses intentando frenar la inflación.
En mayo, el incremento del IPC había sido de 1 por ciento. Esto es más de lo esperado en el mercado, ya que un consenso de analistas encuestados por Bloomberg proyectaba una inflación anualizada a junio de 8.8 por ciento y de 1.1 por ciento en un mes.
Los precios de la energía subieron 41.6 por ciento en el lapso interanual, lo que supone su mayor alza desde abril de 1980. Según la Agencia de Energía de Estados Unidos (EIA), el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos superó el mes pasado los 5 dólares por galón (unos 3.8 litros), un valor inédito. Los precios de los alimentos experimentaron su mayor alza desde febrero de 1981, con aumento de 10.4 por ciento en un año.
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Además de erosionar el poder adquisitivo de los estadunidenses, el alza de la inflación representa una amenaza para el crecimiento pues el consumo es el principal motor de la mayor economía mundial.
Pero también golpea la popularidad de Joe Biden, a pocos meses de las elecciones de medio mandato.
lvm