Cuando Francisco Hill Ávalos, un químico que quería emprender su propio negocio, fundó Jarritos en 1950 no imaginó que sus productos llegarían a ser el refresco mexicano más popular en el país y alcanzaría un gran éxito en Estados Unidos, pero el inicio no fue tan prometedor, ya que su primera fórmula fue poco común y se alejaba del sabor a frutas.
'El Güero Hill', como también era conocido, literalmente en la sala de su casa, creo un refresco sabor a café, pero no tardó mucho tiempo en percatarse que ese sabor no era el indicado, ya que al dárselo a probar a la gente le señalaron que lo que les gustaba del café es su temperatura y que no contiene gas.
Pero eso no desincentivo al químico emprendedor, por lo que mejor optó por sabores frutales, que de acuerdo con la propia de la empresa comenzó usando mandarinas de Yucatán, y luego con limón del estado de Colima, el pomelo de Veracruz, el tamarindo de Oaxaca, el hibísco de Guerrero, la piña de Tabasco, la guayaba de Aguascalientes y los mangos de Chiapas, estados proveedores que mantiene hasta la actualidad.
A diferencia de su experiencia con el café, a la gente le agrado el sabor de su nueva fórmula, por lo que la fama del refresco Jarritos comenzó a despegar desde ese momento, algunos señalan que, al usar azúcar natural y no jarabe de fructosa son parte del éxito de este refresco.
Ya para la década de 1960, 10 años después, este refresco ya era el más venido en México y se ha mantenido en la preferencia de los mexicanos al formar parte de posadas, fiestas y demás celebraciones, pese a que refrescos extranjeros han tenido más éxito.
Jarritos forma parte de la empresa Frutas Concentradas (Fruco) y que tiene una subsidiaria llamada Novamex, la cual se encarga del embazado y distribución a nivel internacional. En México legalmente se llama Embotelladora Mexicana y es dirigida por el consorcio Aga en varias partes del país.
En 1988, Jarritos llegó a Estados Unidos, lo que al paso de los años lo convirtió en un símbolo de México en el país vecino y fue en 1997, cuando la marca se posicionó como la favorita de los hispanos en ese país.
En 2016, el actor Diego Luna dirigió un anuncio de dos minutos para la compañía que produce Jarritos titulado “El Viaje”, donde muestra imágenes de mexicanos cruzando el desierto y las mezcla con imágenes de inmigrantes europeos llegando a las costas de Estados Unidos hace generaciones.
De acuerdo con Oradel, hoy en día Jarritos se exportan 1500 botellas por minuto, todas ellas con su característico estilo retro, para venderse en más de 16 países.
lvm