La pobreza laboral es una situación económica que aqueja a millones de familias en México, en el que sus ingresos por trabajo remunerado no alcanzan para cubrir la manutención para todos sus miembros.
Pese que con los años la situación ha cambiado, en el primer trimestre de 2024, en promedio, la población en pobreza laboral en el país pudo cubrir solo el 42.3 por ciento de una canasta alimentaria con su ingreso laboral, según datos de BBVA México.
En el informe sobre desarrollo sostenible e incluyente “¿Qué tan pobre es la población que está en pobreza laboral?”, BBVA explicó que, en 2005, en promedio una persona que no estaba en condición de pobreza laboral y trabajaba en el sector formal podía comprar cerca de 8 canastas alimentarias, mientras que en el primer trimestre de este año podría comprar 5.8 canastas con su ingreso laboral.
La situación cambia en cada estado y ha cambiado dependiendo el entorno rural y urbano, pero en Baja California, Guerrero y Oaxaca, las personas en pobreza laboral pueden adquirir menos de un cuarto de la canasta alimentaria con su ingreso laboral.
Qué es la pobreza laboral
La pobreza laboral es una situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros con una canasta básica que, de acuerdo con la Coneval, hasta abril tenía un precio de 2 mil 298.82 pesos en las zonas urbanas y de mil 761.74 en las rurales.
Hogares en pobreza laboral pueden lograr alimentarse a partir de ingresos no laborales como remesas, transferencias o acceso a programas sociales.
A decir de la asociación, México, ¿Cómo vamos? la pobreza debe eliminarse porque genera un círculo vicioso en el que por falta de recursos los individuos no pueden acceder a alimentos, educación, transporte y, por tanto, no pueden generar recursos para salir de esta situación.
Mujeres pueden adquirir menos productos
Las mujeres que se encuentran en pobreza laboral pueden adquirir menos productos de la canasta básica en comparación con los hombres, muestra el informe de BBVA, lo anterior pese a que se registró una reducción en las brechas por sexo.
Mientras que en el segundo trimestre de 2006 los hombres en situación de pobreza podían comprar 46.9 por ciento de la canasta alimentaria y las mujeres el 33.7 por ciento, en el tercer trimestre de 2023 la proporción que pudieron adquirir fue de 45.1 y 38.9 por ciento, respectivamente.
Así explicó que el cuarto trimestre de 2015 ha sido el periodo en el que en promedio el ingreso alcanzó a cubrir más del valor de la canasta alimentaria entre la población en pobreza laboral con un 46.5 por ciento.
BBVA detalló que después de la pandemia, en el tercer trimestre de 2020, se tuvo el mayor deterioro en la cobertura que el ingreso de la población en pobreza laboral tenía respecto del valor de la canasta alimentaria, ya que sólo se podía cubrir en promedio 39.2 por ciento del valor de esta canasta.
KGA