Cuando una persona inicia en el mundo laboral y debe empezar a pagar impuestos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), requiere hacer el trámite del Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
Esta es parte de sus obligaciones como contribuyente; aunque ¿te has preguntado qué pasa si nunca haces ese trámite? Aquí te contamos qué puede pasar.
¿Qué es el RFC y para qué sirve?
El RFC es una clave única que sirve para identificar a las personas que tienen una actividad económica. Este se compone por 13 caracteres alfanuméricos, estos involucran la siniciales de la persona, su fecha de nacimiento y tres caracteres llamados "homoclave", misma que es otorgada por el SAT.
El RFC sirve para realizar las aportaciones como contribuyentes, pero también para otro tipo de trámites, como la solicitud de tarjetas de créditos, para la adquisición de un crédito hipotecario, entre otros.
Esta inscripción se tiene que hacer dentro del mes siguiente al día en que inicies tus actividades económicas o cuando necesites inscribirte en el RFC. Dicho proceso se debe realizar ante el SAT; lo mejor es que puedes hacerlo de manera presencial o vía remota.
¿Qué pasa si nunca saco mi RFC?
Dado que las personas que cuentan con RFC, la autoridad fiscal podría considerarse fraude fiscal, pues quienes se encuentran en esta situación reciben dinero pero no rinden la declaración de dichos ingresos.
En 2022, con la Con la Miscelánea Fiscal del año, se aprobó el RFC obligatorio para mayores de 18 años, con la intención de ponerlos ante la estructura contributiva.
Sin embargo, los jóvenes que se inscriban al RFC sin actividad económica no están obligados a pagar impuestos ni a presentar declaraciones informativas, mensuales o anuales; tampoco a dar avisos, a menos que cambien de régimen e inicien actividad, por lo que no tendrán alguna sanción ante la autoridad.
CMOG