El cobro del derecho de piso, la extorsión telefónica, el robo hormiga y el robo a mano armada son los principales delitos en contra del pequeño comercio en el país y por la inseguridad el sector en general registra afectaciones de 20 por ciento en sus ventas.
En el Estado de México, que es la capital del pequeño comercio al albergar 166 mil del millón 200 mil puntos de venta en el país, impera el robo hormiga por el nivel de pobreza de la población, que generalmente toma mercancías sin pagar, seguido del robo con violencia, principalmente, con arma punzocortante los fines de semana y bajo los influjos del alcohol o de alguna droga; y el robo con arma de fuego se comete en lugares donde se vende cerveza, son exitosos, en quincena o fines de semana largo cuando se vende mucho. “Es uno de los estados con índices muy notorios”.
En el país, sólo en los negocios de baja escala el derecho de piso, que está acompañado de violencia y amenazas, oscila en 500 pesos, mientras en los más exitosos, como restaurantes de primer nivel en la Ciudad de México, el monto va de los 30 mil a los 50 mil pesos.
“El derecho de piso se está dando en las metrópolis del país y se ha convertido en impuesto por el derecho a trabajar que poco a poco se ha ido normalizando, se da por asentado y la gente termina por no respirar para poder pagarlo”, aseguró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional del Pequeño Comercio (Anpec).
Inseguridad incrementa costos de productos
El representante del pequeño comercio resaltó que la inseguridad es un factor que está apoyando el alza de los precios de los productos de consumo popular porque somete a la actividad comercial a las circunstancias de operación irregulares y encarece los esfuerzos para garantizar el abasto a las familias.
“Solo en la distribución de mercancías cada vez es más normal el pago por el derecho de tránsito a los delincuentes en todas las rutas de abasto del país y donde están las centrales de abasto. Todo esto tiene un costo inflacionario por la inseguridad", indicó.
También por el robo de mercancías. muchos proveedores han camuflajeado sus unidades, ya no traen logotipos o llegan en vehículos, aparentemente particulares a entregar la mercancía.
“En Guerrero asaltan camiones de cervezas, refrescos, pero hay muchos focos rojos en Sinaloa, Zacateca, Baja California Sur o Manzanillo, han sido objeto de robo de mercancía y dinero”, indicó.
Al dar a conocer los resultados de la 19ª Encuesta: Inseguridad como Factor Inflacionario destacó que uno de cada cuatro pequeños comerciantes en el país han sido víctima de un robo hormiga y 22.83 por ciento ha padecido esta situación al menos tres veces en el último semestre.
En tanto, 8.28 por ciento ha sido víctima de un asalto con violencia en el último semestre, a 23.74 sólo les han robado mercancía sin arma de fuego, 16.73 han padecido extorsión telefónica y 29.28 no denuncian los hechos ante las autoridades por el grado de desconfianza que existe.
Negocios no cuentan con medidas de seguridad
Asimismo, 37.76 de los proveedores han sido víctimas de algún delito, 77.46 considera que la informalidad va en aumento, a 36.60 les han ofrecido vender cigarros piratas y 31.09 declara pérdidas del 10 al 20 por ciento en sus ventas por la inseguridad.
También 46.45 declara un aumento de la inseguridad en su colonia en los últimos cinco años; 9 de cada 10 negocios no tiene un botón de pánico y 6 de cada 10 no tienen medidas de seguridad.
“Los negocios ubicados en los barrios más bravos tienen rejas, venden por una ventanita, cierran más temprano, han puesto sensores en luces y puertas, aunque estas medidas han quedado superadas por el tipo de inseguridad que tienen que ver con intimidación, amenazas y labor de inteligencia por parte de las pandillas locales, que estudian y saben todo del negocio y sus familias, para que las víctimas accedan al cobro de piso o la ‘protección’ que les darán”, destacó.
CMOG