Uber, compañía de la industria de transporte privado y servicios de entrega, señaló que el impuesto de 2 por ciento que se implementó desde el 15 de enero de este año en la Ciudad de México por el uso de la infraestructura urbana y expuso que estas medidas no resuelven algún problema.
“Creemos que esta no es la manera de solucionar, sobre todo en el contexto donde las soluciones de entrega accesible son más importantes para la economía, sobre todo poner impuesto a una economía que ya paga, entonces como siempre, estamos dispuestos y abiertos a hablar con las autoridades para encontrar mejores alternativas para una visión que tenemos compartida”, dijo en conferencia María Eugenia Zurita, directora de comunicación para la empresa.
El gravamen se cobrará a todas las empresas de entrega como Rappi, Amazon, Mercado Libre, Uber Eats y Didi por utilizar la infraestructura de la metrópoli.
Sostuvo que las compañías de la economía digital ya pagan impuestos federales como el IVA e ISR, así como gravámenes locales, como el pago del predial, con el propósito de mejorar la infraestructura de la urbe.
“Estamos analizando cómo impactaría a todo el ecosistema, pero no va a tener ningún impacto en las ganancias o tarifas para los usuarios”, agregó la directiva.
De acuerdo con una encuesta realizada por la empresa, sus repartidores y conductores rondan entre los 18 y 50 años de edad, siendo la mayoría de estos hombres.
La firma señaló que esta encuesta arrojó que 85 por ciento de los conductores y repartidores de comida prefieren ser contratistas independientes en lugar de empleados directos de la empresa.
El reporte indica que sin la flexibilidad que proporciona el estatus de prestadores de servicios independientes, 66 por ciento de ellos afirmó que dejaría de conducir o repartir en este tipo de aplicaciones.
lvm