El actor Alec Baldwin se declaró inocente de un cargo de homicidio involuntario por la muerte a tiros de una directora de fotografía durante un ensayo de una película ambientada en Nuevo México.
Los documentos judiciales presentados el miércoles muestran que el histrión se declaró culpable en el tribunal de distrito estatal de Santa Fe, renunciando a una lectura de cargos que había sido programada para realizarse de forma remota por videoconferencia al día siguiente.
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¿Qué ocurrió en el set de filmación de “Rust”?
Baldwin, actor principal y coproductor de la película occidental “Rust”, estaba apuntando con un arma a la directora de fotografía Halyna Hutchins durante un ensayo en las afueras de Santa Fe en octubre de 2021 cuando el arma se disparó, matándola e hiriendo al director Joel Souza.
En enero, un gran jurado en Santa Fe acusó al actor después de que los fiscales recibieran un nuevo análisis de esa arma, renovando un cargo que presentaron originalmente y luego desestimaron en abril de 2023. El famoso enfrenta hasta 18 meses de prisión si es declarado culpable.
Baldwin permanece libre en espera de juicio bajo condiciones que incluyen no poseer armas de fuego, consumir alcohol o salir del país. El histrión puede tener contacto limitado con testigos cuando se trata de promocionar “Rust”, que no ha sido lanzada al público. Además, tiene prohibido pedir a miembros del elenco o equipo de la película que participen en una película documental relacionada.
Baldwin ha dicho que apretó el martillo, pero no el gatillo, y el arma disparó.
“Halyna y yo teníamos algo profundo en común, y es que ambos asumimos que el arma estaba vacía... aparte de esas balas falsas”, dijo Baldwin a George Stephanopoulos en una entrevista transmitida en diciembre de 2021 en ABC News.
La acusación del gran jurado proporciona a los fiscales especiales Kari Morrissey y Jason Lewis dos estándares alternativos para presentar el cargo de delito grave contra Baldwin.
Uno se basaría en el uso negligente de un arma de fuego. Una segunda alternativa para los fiscales es demostrar más allá de toda duda razonable que Baldwin causó la muerte de Hutchins sin la debida precaución o “circunspección”, también definida como “un acto cometido con total desprecio o indiferencia por la seguridad de los demás”.
Un análisis del arma realizado por Lucien y Michael Haag de los Servicios de Ciencias Forenses en Arizona concluyó que “había que apretar o presionar el gatillo lo suficiente para liberar el martillo completamente amartillado o retraído del revólver de pruebas”.
Un informe anterior del FBI sobre el análisis del revólver realizado por la agencia encontró que, como es común con las armas de fuego de ese diseño, podría dispararse sin apretar el gatillo si se aplicaba fuerza a un martillo sin amartillar, como al dejar caer el arma. El arma finalmente se rompió durante la prueba.