Alejandro Fernández habló de la vez que su papá, Vicente Fernández, lo obligó a presentarse en el Teatro Blanquita en Ciudad de México, durante una entrevista realizada en el podcast Creativo de Roberto Martínez, creador de contenido de Monterrey.
El Potrillo, como lo conocen sus fans, recordó que cuando empezó a cantar, aproximadamente en 1999, Vicente Fernández, con tal de hacerlo popular, lo llevó a presentarse en el Teatro Blanquita, lugar en donde su padre también comenzó su carrera musical. Pero al inicio no estaba seguro de hacerlo.
“(En el teatro Blanquita) empezó mi papá y le empezó a ir muy bien y ahí se disparó. Entonces dijo: ‘vamos al Blanquita’ y yo le dije ‘¿de qué estás hablando?, el Blanquita está muerto, o sea el Blanquita fue cuando estabas tú en tus inicios, estás loco, ¿qué te pasa?’ y me dijo ‘no, vamos a hacer el Blanquita, vamos a retomar el Blanquita y lo vamos hacer tú y yo’”, expresó.
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Agregó que el Teatro Blanquita, en el tiempo en que Vicente Fernández comenzó a hacer su carrera musical, era un lugar muy popular e incluso el más importante en la capital del país.
“Era un teatro de revista, pues porque había comedia, había de todo”, comentó.
Señaló que al final acepto la propuesta de su padre. Su jornada musical consistía en hacer temporadas de tres meses y todos los días cantaba al menos dos veces.
“Salía yo cantaba cinco canciones y mi papá salía y cantaba 10 canciones, pero eran dos funciones diarias”, aseguró Alejandro.
En el momento de la entrevista, agradeció que su padre le haya propuesto cantar en el Blanquita, ya que expresó Vicente Fernández en ese entonces ya era un “ídolo de México” y aunque “siempre fue del pueblo” era sorprendente verlo cantar en el teatro y no en estadios o palenques.
“Pero decías: güey como vas a ver a mi papá cantando en el Blanquita si es de estadios, Blanquita es de 1500 personas o 700, una cosa así y lo hizo por mí”, afirmó.
Además, hablo del significado de los palenques para los artistas de regional mexicano, pues reveló que Vicente Fernández lo ingreso al mundo de la música desde el Blanquita para darlo a conocer entre el público popular y no en palenques, los cuales son considerados como un lujo en las presentaciones.
“Los palenques se tenían considerados como ya la joya del artista. Cuando un artista era consagrado ya ibas al palenque. Entonces, era como una joya, era un lujo presentarte en un palenque. Acá en el teatro eran precios mega populares, o sea de que 13 pesos, o sea para que un niño de la calle pudiera ir, entrar y verte”, reiteró.
Concluyó diciendo que la experiencia en cantar en el teatro Blanquita forjó su carrera musical ya que mejoró como artista, perdió el miedo y conoció a la gente.
“Sí sentí que mejore muchísimo, yo creo que es una parte de mi vida que se me había olvidado contar, pero creo que es una parte de las cosas que sí me dieron más seguridad, más tablas, porque toda la semana eran dos veces al día”, declaró.
APC