Talina Fernández falleció a los 78 años a causa de complicaciones derivadas de la leucemia, enfermedad que se encontraba en una fase terminal.
La reconocida conductora fue ingresada de manera urgente a la unidad de cuidados intensivos el miércoles 28 de junio, pero lamentablemente no respondió al tratamiento médico.
Durante su vida, Talina compartió en varias ocasiones su experiencia de años enfrentando problemas de salud y visitando a diversos médicos sin obtener un diagnóstico preciso. Finalmente, tras someterse a una resonancia magnética, se le detectó un meningioma cerebral.
Luego de que le fuera retirado el tumor, continuó sometiéndose a análisis y estudios, con los que encontraron un nuevo tumor en el cerebro, ahora era un glioma.
¿Qué es un meningioma cerebal y un glioma?
Un meningioma cerebral es un tipo de tumor que se origina en las células de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Estos tumores son generalmente benignos, lo que significa que no son cancerosos, aunque en ocasiones pueden volverse malignos. Los meningiomas cerebrales se desarrollan lentamente y generalmente se detectan en adultos mayores.
Por otro lado, un glioma es un tipo de tumor cerebral que se origina en las células gliales, que son las células de soporte del tejido nervioso en el cerebro. Los gliomas pueden ser benignos o malignos, y suelen clasificarse en diferentes tipos según el tipo de célula glial involucrada, como glioblastoma, astrocitoma, oligodendroglioma, entre otros. Los gliomas son más comunes en adultos, aunque también pueden ocurrir en niños.
- Espectáculos
Qué es Leucemia, la enfermedad que terminó con la vida de Talina
La leucemia terminal se refiere a la etapa avanzada o final de la enfermedad conocida como leucemia. La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a las células sanguíneas y a la médula ósea, donde se producen estas células.
Cuando se dice que la leucemia está en una etapa terminal, significa que la enfermedad ha progresado hasta un punto en el que el tratamiento médico ya no puede controlarla o curarla. En esta etapa, las células leucémicas se multiplican de manera descontrolada y reemplazan gradualmente a las células normales de la sangre, lo que dificulta la función normal del organismo.
Los pacientes con leucemia terminal suelen experimentar un deterioro progresivo de su estado de salud. Pueden presentar síntomas graves, como fatiga extrema, debilidad, infecciones recurrentes, sangrado anormal, dolor óseo, pérdida de peso y disminución de la capacidad para combatir infecciones.
En esta etapa, el objetivo del tratamiento médico suele ser proporcionar cuidados paliativos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. El enfoque se centra en brindar confort y apoyo emocional tanto al paciente como a sus seres queridos.