"La ladrona que me robó el corazón": la historia de amor de Amanda Miguel y Diego Verdaguer

La comprensión que existía entre ellos siempre fue pieza clave para que la llama del amor se mantuviera viva.

Fototeca MILENIO.
Ciudad de México. /

Diego Verdaguer y Amanda Miguel son uno de los matrimonios más queridos por el público mexicano, pues los cantantes argentinos comparten una bonita historia de amor.

Diego siempre dijo que lo primero que lo cautivó de Amanda Miguel fue su figura, pues lo atrajo su tipo de mujer. La primera vez que la vio fue en 1975 cuando ella tenía 17 años al verla pasar junto a su hermana y su prima por las calles de Buenos Aires y no pudo evitar invitarlas a un café; esa fue su primera cita.


El ya era un reconocido cantautor cuando se conocieron, pero Amanda decía que lo que le llamaba más la atención de él no era el dinero o la fama, sino su ternura. Es así como comenzó su historia de amor invencible que perduró durante años y ahora ni la muerte puede vencer, pues siempre fue un amor incondicional.

Aunque Diego Verdaguer tenía amigas con derechos, el amor pudo más que la aventura y no pudo evitar cortejar a Amanda.

Diego se fue alejando de sus amoríos e integró a Amanda a su nueva vida, la empezó a presentar como su novia y la empezó a invitar a cantar junto a él en los coros hasta que un día en su automóvil frente al río de Buenos Aires se acercó a ella y la besó para decirle “me gustaría ser tu novio”.


Tiempo después la pareja decidió casarse por el civil. Pero, hace tan sólo cuatro años, Diego y Amanda decidieron contraer nupcias en la iglesia Santa Teresita del Niño Jesús ubicada en la Ciudad de México. A la celebración asistieron familiares y amigos de la pareja, entre los que resaltó la presencia de su única hija Ana Victoria, quien nació en 1983.

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A pesar de los problemas e incluso infidelidades que Amanda llegó a perdonarle a Diego, siempre fueron una pareja muy unida donde nunca faltó el buen humor y el acompañamiento a su hija Ana Victoria.

Sin duda una gran historia de amor que se mantendrá viva hasta el último de los días.


IML

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