Desde su niñez, el mexicano Édgar Barrera antes de jugar Nintendo jugaba a ser músico; con el paso de los años su sueño se ha hecho realidad, lo que le ha permitido trabajar al lado de artistas de la talla de Ariana Grande, Marc Anthony, Ed Sheeran, Maluma, Christian Nodal, Camilo y Grupo Firme. Es uno de los artistas más nominados al Grammy Latino el próximo 17 de noviembre, después de Bad Bunny que compite por 10 gramófonos.
El compositor y productor de Ciudad Alemán, Tamaulipas, se ha distinguido por la versatilidad de los cantantes que interpretan su inspiración, agradece el reconocimiento, aunque en entrevista con MILENIO destacó: “No hago música pensando en los premios, sino para conectar con la gente”.
¿Qué representa para ti este el reconocimiento?
Uno no hace música para los premios, pero cuando te lo reconocen se siente bonito. Yo me preocupo más por conectar con la gente, que porque la canción esté bien grabada o bien producida, porque el sentimiento que imprimes a cada canción logra la conexión con el público.
¿Qué tan complejo es ser tan versátil y escribir para cantantes distintos?
Como soy de la frontera, estoy en medio de los dos mundos: del mexicano y estadunidense. En mi casa crecí escuchando boleros, cumbias y regional mexicano, y cuando iba a la escuela en Estados Unidos, me impregné de cultura americana; eso me ha me ayudado a trabajar con Arianna Grande y con Ed Sheeran. Estar en medio de los dos mundos ha sido de gran ayuda.}
¿Qué te inspira?
Me gusta estudiar a los grandes compositores, soy muy fanático de Juan Gabriel, de José Alfredo, de Joan Sebastián; sus canciones eran muy específicas y los temas que sobresalen son los que son muy diferentes. Soy de los que piensan que si no tengo nada que decir, mejor no escribo nada. Yo no compongo todos los días, a veces pasan semanas y no escribo, y otras en las que en siete días puedo hacer un disco completo de Maluma, que es lo que hicimos: 10 canciones en una semana.
La inspiración llega en ciertos momentos y me inspiran mucho las historias que me cuentan; la gente piensa que uno tiene que vivir lo que canta y no es así. En mi caso, platico mucho con Edwin Caz de Grupo Firme, él me dice lo que le está pasando; el mismo Christian Nodal. Me meto en ese papel y escribo canciones, como pasó con “Ya no somos, ni seremos”. Cuando se la llevé, me dijo: “Tal cual lo que me está pasando”.
También me gusta escuchar cuando me dicen: “Metámosle aquí, cambiemos esto”, y empezamos a colaborar. Eso me gusta mucho, soy como el confidente de los artistas y trato de decir lo que ellos quieren decir en las canciones, de una manera muy sencilla y muy coloquial también.
¿En qué momento supiste que tenías esa habilidad?
De chiquito yo no jugaba con Nintendo, vengo jugando con Nintendo apenas ahora que me compré un Game Boy; entonces jugaba a hacer música, crecí jugando a ser músico. A los siete años jugaba con canciones infantiles que yo escribía, como la de un osito que tenía y cantaba con un primo; a los 14 años empecé a escribir canciones más románticas porque quería conquistar a las niñas de la escuela y a mi novia. La primera canción que escribí ya en forma se llamaba “Tonto de verdad”, muy malo el nombre (risas). Escribía canciones para mis amigos y amigas que estaban pasando por situaciones especiales en sus vidas; pero nunca me grabaron. Fue en Miami cuando me empezaron a grabar. CNCO fue uno de los primeros. Dice un dicho “Cuando Dios da, da, y cuando no, no da”, muchos años estuve haciendo labor para que me grabaran y nada, y cuando me grabó uno, de ahí vino otro y otro.
Yo llegue a Miami sirviendo café, recogiendo cables y tenía que vivir ese proceso para valorar lo que tengo hoy.
Y, además
Las nominaciones
*Productor del año.
*Grabación del año por “Pegao”, de Camilo.
*Álbum del año por Aguilera, de Christina Aguilera.
*Álbum del año por Pa’llá voy, de Marc Anthony.
*Canción del año por “Índigo”, de Camilo y Eva Luna Montaner.
*Mejor Canción pop por “Índigo”, de Camilo y Evaluna Montaner.
*Mejor Canción Regional por “Cada quien”, de Grupo Firme y Maluma; “Como lo hice yo”, de Carin León y Matisse, y “Vivo en el 6”, de Christian Nodal.