A más de un año de haberse liberado de la tutela legal controlada por su padre, Britney Spears se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, pues familiares y amigos están preocupados por su salud mental.
La cantante padece un trastorno bipolar, además de tener episodios de ansiedad y crisis emocionales. A esto, se le añade la parestesia, lo que ha causado daños en los nervios en la parte derecha de su cuerpo.
Este trastorno es incurable y al parecer podría explicar para algunos el comportamiento “errático” que muestra en redes sociales desde hace algunos meses.
Su entorno está muy preocupado, tanto así que planeó una intervención para que la cantante busque ayuda profesional. De acuerdo con TMZ, el marido de la artista, Sam Asghari, su representante y su círculo más cercano estuvieron hablando sobre el tema, ya que temen por su bienestar r incluso por su vida debido al abuso de su medicación.
Se discutía un plan para que la cantante reciba tratamiento con especialistas en una clínica en Los Angeles, pero al final resultó ser algo "innecesario". Según informa Page Six, una fuente cercana a la artista confirmó que no se llevó a cabo.
El plan de Sam Asghari y su círculo más cercano se había programado para comenzar a principios de esta semana, pero se canceló en el último momento después de que la cantante accediera a acudir a la consulta de un especialista.
Algunos de los seguidores de la artista dudan de que salir de la tutela legal sea lo mejor para ella, lo que respalda las afirmaciones de Jamie Spears de que sólo buscaba lo mejor para su hija.
"Ha sido un período muy difícil, pero amo a mi hija con todo mi corazón y mi alma. ¿Dónde estaría Britney en este momento sin esa tutela? No estoy seguro si ella estaría viva".