El recorrido de Eugenio Derbez de la comedia en televisión al cine independiente dramático ha sido largo, pero tras películas como la galardonada con el Oscar, “CODA. Señales del corazón” y la entrañable “No se aceptan devoluciones”, su más reciente filme “Radical” deja claro que el actor y productor no piensa volver a alejarse del séptimo arte.
Antes de series como “La familia P. Luche” y “Derbez en cuando”, estudió cine en el Instituto Mexicano de Cinematografía, algo que había deseado desde que vio la película de “La última nieve de primavera” de Raimondo Del Balzo, cuando tenía unos 11 años acompañado de su madre, la actriz mexicana Silvia Derbez.
“Me acuerdo que nos estábamos limpiando las lágrimas con un suéter”, dijo Derbez en una charla reciente con periodistas en el Festival Internacional de Cine de Morelia. “Dije: ‘¿Qué es esto que sentí? ¿cómo me pudo hacer una película sentir esto?’”
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Los niños que estelarizan “Radical” tienen esa misma edad, estudiantes de sexto grado de primaria en un barrio pobre en la periferia de la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, uno de los más afectados por la violencia del narcotráfico. En su estreno en Sundance, la película recibió el premio de favorita del festival y también obtuvo el premio Richard D. Propes de impacto social en el Festival Internacional de Heartland en Indianápolis.
El filme, que actualmente se encuentra en cartelera en México y se estrena este fin de semana en cines de Estados Unidos, ha sido correspondido por el público, colocándose entre los estrenos más vistos del año con más de 92 millones de pesos recaudados en taquilla y 1,3 millones de espectadores en dos semanas, de acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica de México.
Pero el propósito de Derbez y del director y guionista Christopher Zalla es contar una historia realista e inspiradora, basada en hechos reales, sobre los esfuerzos del profesor Sergio Juárez (interpretado por Derbez) para hacer que esos niños no abandonaran sus estudios y se interesaran por las ciencias y las artes, logrando las mejores calificaciones del país y descubriendo en el proceso a una niña genio.
“Esta película te toca el corazón porque es una historia real”, dijo Derbez. “Refleja de una manera muy cruda, pero también muy elegante, la realidad de este país y del mundo entero, porque esto no es un problema propio de México, esto sucede en toda Latinoamérica, en África, en India; creo que es hora de iniciar una conversación para cambiar la educación en el mundo”.
“Lo que hicimos fue una película de superhéroes, totalmente, aunque real, en vivo”, agregó Zalla en español. “Y a través de eso abrimos la puerta en la que podemos explorar otras cosas, provocar preguntas, conversaciones”.