A más de un año de la repentina muerte de Julián Figueroa, el hijo de Maribel Guardia, las tensiones entre la actriz costarricense y la viuda de su hijo, Imelda Tuñón, continúan generando controversia, especialmente en torno al bienestar del pequeño José Julián, único nieto de Maribel.
En recientes declaraciones, Tuñón aseguró que no ha existido un reencuentro entre la reconocida actriz y el niño.
"Quisiera aclarar que, por el momento, no ha habido ningún acercamiento entre JJ y su abuela, siendo que él me expresó que no tiene la disposición de verla", afirmó Imelda a través de un comunicado, dejando en claro que la distancia entre ambos es una decisión también del menor.
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Si bien no cerró la puerta a una posible reconciliación, fue enfática al señalar que se trata de un proceso emocional complicado: "Los corazones tardan en sanar, pero confío en que Dios nos va a ayudar a resolver todo de la mejor manera para ambas partes".
¿Maribel Guardia envió un regalo de cumpleaños a José Julián?
Imelda también recordó que, durante el último cumpleaños del niño, su abuela materna sí le envió un obsequio.
“Un regalito, sí, le llevó un regalito. Que ya le había comprado porque la otra la tenía yo. Entonces, ahora tiene dos. Y le regaló unas plastilinas y un juego de química”, relató entre risas, evidenciando que, a pesar del distanciamiento, ha habido algunos gestos por parte de Maribel.
No obstante, Tuñón considera que el conflicto ha sido agravado por la intervención de terceros.
"Yo creo que, si dejan de interferir terceras personas y fuéramos ella y yo, yo creo que ya hubiera un acercamiento", señaló, dejando entrever que hay influencias externas que han complicado la posibilidad de un diálogo directo.
Desde la muerte de Julián Figueroa, la relación entre Maribel Guardia e Imelda ha estado marcada por roces, declaraciones encontradas y un conflicto legal centrado en la custodia, convivencia y educación de José Julián.
Aunque ambas han manifestado públicamente su interés por el bienestar del menor, las diferencias en cuanto a su crianza y la falta de comunicación han alimentado un clima de tensión.
Guardia, por su parte, ha procurado mantenerse al margen de los señalamientos, y en sus pocas declaraciones sobre el tema ha reiterado que solo desea lo mejor para su nieto.
Sin embargo, el distanciamiento sigue vigente, y dicha situación se ha convertido en una disputa que, por ahora, mantiene separados a la abuela y al nieto.