Tres de los acusadores de Kevin Spacey son mentirosos, dijo su abogado al jurado el jueves en el juicio por agresión sexual contra el actor, y sugirió que no lo condenen por “engañar torpemente” a un cuarto hombre.
Spacey era un blanco fácil para los hombres que se subieron a un “carro” e inventaron historias con la esperanza de un pago, dijo el abogado Patrick Gibbs.
“Un hombre que es promiscuo, que no se hace público, aunque todos en el negocio saben que es gay, que quiere ser un tipo normal”, dijo Gibbs al describir a su famoso cliente. “Es una vida que te convierte en un blanco fácil cuando Internet se vuelve en tu contra y las redes sociales te juzgan”.
Spacey, de 63 años, se declaró inocente de nueve cargos, incluidos múltiples cargos de agresión sexual e indecente y un cargo de hacer que una persona participe en una actividad sexual con penetración sin consentimiento.
El jurado de nueve hombres y tres mujeres comenzará a deliberar el lunes en el Tribunal de la Corona de Southwark.
Los actos alegados entre 2001 y 2013 van desde tocamientos no deseados hasta agarrar agresivamente la entrepierna y, en un caso, practicarle sexo oral a un hombre inconsciente. Spacey fue director artístico del Old Vic Theatre de Londres durante la mayor parte de ese período.
Gibbs dijo que el caso de la acusación se basó en ficciones y fantasías.
Contrariamente a la afirmación de la fiscalía de que Spacey explotó su estatus de celebridad para aprovechar y silenciar a sus presuntas víctimas, Gibbs sugirió que fue su cliente, sentado cerca de un carcelero en el banquillo, quien sufrió un desequilibrio de poder y se vio obligado a refutar las mentiras en su contra. a él.
“Con cada acusación desacreditada, la posibilidad, la realidad de que las acusaciones falsas, incluso las alegaciones falsas aparentemente convincentes, no siempre, pero a veces, realmente suceden, especialmente cuando la fama, el dinero, el sexo, los secretos, la vergüenza y la confusión sexual están todos en el mezcla”, dijo Gibbs.
La fiscal Christine Agnew dijo en su alegato final que no era coincidencia que tres de los hombres, que no se conocían, acusaran a Spacey de agarrarlos agresivamente por la entrepierna, lo que ella llamó su movimiento "marca registrada".
Pero Gibbs dijo que el patrón que había surgido durante el juicio era que la defensa desaprobaba o ponía en duda a los acusadores.
Gibbs se centró en las acusaciones de un hombre que dijo que Spacey lo sometió a tocamientos no deseados durante años hasta que un día que llevaba a la estrella al baile de gala de Elton John en 2004 o 2005, el actor lo agarró de la entrepierna con tanta fuerza que casi se sale de la carretera.
Las fotos mostraron que Spacey solo asistió a la fiesta en 2001 y eso fue respaldado por el testimonio sorpresa de John y su esposo, que comparecieron en la corte de Londres por video desde Mónaco.
“Para su crédito eterno, Sir Elton John y David Furnish se pusieron de pie y fueron contados en defensa de un hombre que ha sido universalmente cancelado... arriesgándose a la ira de Internet”, dijo Gibbs. "No necesitas buscar más allá de eso para la valentía".