Kevin Spacey se emociona al aprovecharse de otros hombres, dijo un fiscal al jurado durante su juicio por agresión sexual el viernes en un tribunal de Londres.
Spacey es “un hombre que no respeta los límites personales ni el espacio, un hombre que parece deleitarse en hacer que los demás se sientan impotentes e incómodos: un acosador sexual”, dijo la fiscal Christine Agnew en su declaración de apertura. “Su método preferido de asalto es, al parecer, agarrar agresivamente a otros hombres en la entrepierna”.
Los cuatro hombres que acusaron a Spacey de agresión sexual no se conocían, pero todos “tuvieron la desgracia de atraer” su atención, dijo.
Spacey, de 63 años, se declaró inocente de una docena de cargos que incluyen agresión sexual, agresión indecente y hacer que una persona participe en una actividad sexual con penetración sin consentimiento.
El abogado defensor, Patrick Gibbs, dijo que Spacey negó todas las acusaciones de actividad no consensuada y les dijo a los miembros del jurado que se preguntaran mientras escuchaban la evidencia qué había sucedido, si es que había pasado algo.
"¿Qué se ha reinventado con un giro siniestro?" dijo Gibbs. “¿Qué se ha inventado o torcido?”
Dijo que los jurados escucharían verdades, medias verdades, exageraciones deliberadas y mentiras.
Los cargos involucran a hombres que ahora tienen entre 30 y 40 años y datan de 2001 a 2013. Eso cubre la mayor parte de la década en que Spacey vivió en Gran Bretaña y se desempeñó como director artístico del Teatro Old Vic hasta 2015.
Los cargos incluyen siete contra un hombre y cinco contra otros tres. Varios de los cargos involucran múltiples ocasiones en las que se dijo que agredió de manera indecente o sexual a una presunta víctima.
- Tras los Famosos
El dos veces ganador del Premio de la Academia llegó a la corte en taxi con más de dos horas de anticipación. Llevaba anteojos y vestía traje gris claro, camisa blanca y corbata dorada. Spacey entró en la sala del tribunal con una gran carpeta de documentos bajo el brazo. Después de sentarse detrás de su abogado, sacó un par de anteojos para leer del bolsillo de su camisa y comenzó a hojear las páginas.