Durante una entrevista para Milenio, Lucía Méndez, actriz y cantante mexicana, dijo estar sumamente triste por la muerte de Vicente Fernández, pero feliz porque la familia Fernández está haciendo todo lo que Vicente sumamente deseaba.
“Yo quiero que me despidan bien; con música y contento porque quiero llegar al cielo con mucha luz. Siempre, siempre me lo comentó”, aseguró Lucía Méndez.
Contó que él siempre la ayudó, que hizo dos películas con él y fue él quien la lanzó a Estados Unidos.
“Gran amigo, gran apoyo y gran persona. De verdad que estoy triste, pero al mismo tiempo bien, porque sé que Don Vicente ya no está sufriendo”, expresó.
Narró que fue hace unos tres años la última vez que lo vio y pudo convivir con él, donde platicaron varias cosas: entre ellas de su ganado, de su rancho, de sus hijos, de su vida, cómo veía las cosas con más calma, que estaba gozando muchas cosas que no había gozado, que toda la vida se la había pasado en un avión, que estaba sumamente feliz con unos caballitos que había adquirido, entre otros temas que a él le encantaba.
El día que Lucía Méndez cacheteó a Vicente Fernández
Explicó que siempre tuvo una muy buena amistad con Vicente Fernández y recordó que fue cuando la contrataron para “El hijo del pueblo” que se convirtieron en grandes amigos.
“Recuerdo muy bien una escena donde aparentemente me quería dar un beso y yo le doy una cachetada y le advertí que pegaba muy fuerte y él me dijo ‘no no no, pégame mija, pégame con ganas’ y bueno yo le di la bofetada y que se le hinchó el cachete y me dice ‘mija, si te he dejado que me pegues más me matas’ y se murió de la risa”, recordó.
Comentó que la grandeza de Vicente era ser “un figurón” y darle la oportunidad a los que prácticamente empezaban su carrera de cantantes.
“Él nos daba la oportunidad de brillar con él. Eso era maravilloso de Vicente porque nos dio la oportunidad a muchas figuras que prácticamente siguen cantando”, aseguró.
“Vicente, mi rey, lo vas a hacer como tú querías: con tu público, con música, contento. Porque él decía que no quería tristezas el día que muriera; él quería música, su gente, porque así lo iba a recibir Dios con más ganas y estoy segura que en este momento hay bombos y platillos en el cielo”, finalizó.
IML