Maria José estuvo como invitada en el canal de YouTube de Yordi Rosado, donde además de hablar de su salida de Kabah y su romance con Apio Quijo, también habló de su faceta como mamá. La cantante compartió detalles de lo complicado que fue quedarse embarazada y reveló que perdió tres bebés antes de que naciera su hija Valeria.
De acuerdo con María José, conoció a su esposo Mauricio cuando aún formaba parte de Kabah y en noviembre de 2005 se casaron. La cantante siempre soñó con ser mamá, pero antes quería hacerse de una casa en donde pudiera ver crecer a su familia.
"Cuando empezamos a tratar de embarazarnos no podíamos, no pegaba y no pegaba; él se fue a hacer conteo, yo me fui a hacer conteo", contó María José.
Reveló que acudió con un especialista que la ayudó a quedar embarazada, sin embargo, a los tres meses perdió al bebé y le tuvieron que hacer un legrado.
"Estaba en Monterrey, tuvimos un show y al día siguiente en el aeropuerto empecé a tener un sangrado y entonces nos fuimos a México y en la noche el sangrado estaba importante y al día siguiente nos fuimos al hospital y ya se había perdido", recordó.
María José tuvo que entrar de emergencia al quirófano y horas después de salir de la cirugía le dijo al médico que quería volver a intentar quedar embarazada lo antes posible.
"A la hora que me despierto le dije al doctor: '¿qué onda? ¿Cuándo el próximo?'. Mauricio estaba devastado obviamente y yo sí lloré y después dije 'el que sigue'", dijo.
Volvió a embarazarse, pero tampoco se logró. Fue entonces cuando se realizó más estudios para saber qué estaba pasando con su cuerpo.
"No pegó, mi cuerpo decía que estaba embarazada, salía todo positivo y el bebé después como que se reabsorbió, ahí fue cuando vimos que algo estaba mal y salió un rollo de trombos, de coágulos", compartió.
La cantante quedó embarazada por tercera ocasión, aunque por recomendaciones del especialista comenzó a utilizar anticoagulantes. Poco después se enteró de que venían dos bebés en camino, pero a la siguiente visita al médico le dieron una triste noticia.
"Pegan dos y dije: 'wow, qué onda', y a la siguiente cita que fuimos, más o menos a las 10 semanas, uno ya no estaba latiendo. Todo el embarazo estuvimos así (preocupados): 'a ver si se logra'", recordó.
A los tres meses le avisaron que no corría ningún peligro su hija y continúo trabajando hasta que cumplió los 6 meses de gestación, entonces ya no podía moverse.
gbr