Mariana Echeverría atravesó un período devastador cuando experimentó dos abortos en un corto lapso de tiempo. La esposa del portero del Club América recordó esos difíciles capítulos de su vida, donde se sintió desamparada por todos, enfrentando la mayor tragedia de su existencia.
Durante una entrevista con Yordi Rosado, Mariana compartió el doloroso recuerdo de su primer aborto, que ocurrió apenas cuatro días después de enterarse de su embarazo. En medio de un día corriente en un centro comercial, se vio envuelta en una situación inimaginable.
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"Me embarazo y Oscar es titular con América. Yo dije 'este bebé trae torta bajo el brazo'; lo pierdo a los cuatro días que sabía que estaba embarazada... Entro al baño y mucha sangre; me dijo el doctor que fue un aborto espontaneo y que era muy normal", dijo.
Esta experiencia tuvo un impacto profundo en su vida y en la de su pareja, quien estaba disfrutando de un gran momento en su carrera futbolística, el cual se vio abruptamente interrumpido.
"Lo hago público después de un mes, no sé en qué grado le afectó a Óscar o si no le afectó y fue la prensa quien lo hizo muy complicado, que no le fue muy bien en su debut de titular… Perdimos al bebé, perdió la titularidad, de repente todo nuestro mundo estaba arriba y se nos fue para abajo. Fueron momentos muy complicados".
¿Cómo fue el segundo aborto de Mariana Echeverría?
El tiempo pasó y Mariana quedó embarazada nuevamente. Con ocho semanas de gestación, acudió al hospital para un ultrasonido, pero no hubo latidos del bebé.
"Meses después me vuelvo a embarazar y tenía ocho semanas. Lo hacemos público, y de repente ya no se escuchaban los latidos; nos metimos al ultrasonido y nada, le movía y nada. Dijeron que quizá estaba muy chiquito y que regresara en dos semanas; un infierno. Todos los días hablaba con él", dijo.
Tras ese período, recibió la misma devastadora noticia y se sometió a un legrado. Mariana no lograba comprender por qué le ocurrían estas tragedias.
"Llegamos al ultrasonido y no había latido. Me dice ‘no hay latido, hay dos opciones pastillas o el legrado’. Yo no sabía a qué me enfrentaba. Es una invasión a tu cuerpo y es sacarte un ser humano de tu cuerpo, es lo peor. Salí de la sala de recuperación y decía ‘¿por qué a mí? Si deseo tanto un hijo y quiero tanto una familia’, sí es lo peor que le puede pasar a una mujer", finalizó.
GB