La continuidad es uno de los puntos centrales de una producción cinematográfica, pues es el área encargada de que, al cortar y reanudar una grabación, los elementos estén en el mismo lugar y los actores luzcan igual que al momento en que se cortó la grabación. Sin embargo, hasta en las mejores películas, como Mi Pobre Angelito (Home Alone), hay errores de continuidad.
Mi Pobre Angelito es una película dirigida por Chris Colombus y protagonizada por Macaulay Culkin y Joe Pesci, que tuvo gran éxito en la década de los noventa, que durante el correr de los años ha ido generando más seguidores.
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La trama sigue la historia de Kevin McCallister, un niño de ocho años que accidentalmente se queda solo en casa cuando su familia se va de vacaciones de Navidad a París.
Kevin debe defender su hogar de dos ladrones ineptos (interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern) que intentan robar su casa. A medida que se desarrolla la trama, Kevin crea una serie de trampas ingeniosas y cómicas para evitar que los ladrones entren en su casa.
La película se convirtió en un gran éxito de taquilla y es considerada una película clásica de Navidad.
El error de continuidad en Mi Pobre Angelito
El error de continuidad de esta película ocurre en una escena en donde Kevin sale corriendo de una iglesia luego de hablar con un extraño. Cuando sale se le ve con unos pantalones oscuros, sin embargo, cuando llega a su casa lleva puesto unos jeans. Por si fuera poco, cuando ya está dentro de la casa y empieza a hacer una trampa para quien lo persigue, se le vuelve a ver con los mismos pantalones de la primera toma.
Otro error de continuidad que aparece en la película es cuando Kevin se está peinando en el baño y en un plano se muestra a Kevin de espaldas y se ven unas botellas en el tocador, sin embargo, al hacer zoom en ellas, una botella aparece de la nada.
¿Qué es la continuidad?
La continuidad en el cine se refiere a la coherencia y la cohesión visual y narrativa de una película. Se trata de un aspecto importante de la edición y la dirección de cine, ya que se encarga de asegurar que la acción y los detalles de una escena se mantengan coherentes y fluidos a lo largo de toda la película.
En términos prácticos, esto implica asegurarse de que los objetos, los personajes y los decorados estén ubicados y se muevan de la misma manera en todas las tomas de una escena, así como también garantizar que los diálogos y los eventos se desarrollen de manera consistente.
La continuidad es una herramienta importante para lograr que la audiencia se sienta inmersa en la historia y evita distracciones que puedan interrumpir la experiencia de visualización.