Tres actos y géneros, que explora la ilusión del amor y el velo que oculta la realidad, esa frase es fundamental para resumir la trama de “Anora” que cuenta la historia de Annie, interpretada por la estrella revelación, Mikey Madison, quien se pone en la piel de una bailarina exótica que se casa de manera espontánea e impulsiva con el hijo de un oligarca ruso a cambio de una cuantiosa suma de dinero.
Probablemente esa historia suene parecida a la de “Pretty Woman” y en parte lo es, la diferencia con este filme es la deconstrucción de la cinta protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere, donde el interés propio y las superficialidades se contraponen con la idea de una historia de amor.
Durante la primera escena Mikey Madison logra destacar a la perfección la dualidad de “Annie” de manera espléndida, su personalidad de bailarina se define por alguien interesada, sumisa y hasta cierto punto, torpe, pero esto es solo una máscara de un personaje de caracter fuerte pero que en el fondo está destrozado y todo esto interpretado con una naturalidad y sencillez por parte de la actriz.
La comedia ocupa el segundo acto y está bien integrada, logrando destacarse incluso cuando algunos momentos rozan lo ridículo. Estos instantes se ajustan para resultar lo más ingeniosos posible.
Pero como se mencionó antes, esto se trata de una deconstrucción y el camino para llegar a eso se logra de manera inesperada pero no mal ejecutada, dejando un mensaje tanto empoderador pero a la vez triste que hace reflexionar al espectador sobre la verdadera clave de la felicidad y si realmente reside en nosotros mismos.
“Anora” llega esta semana a todos los cines de México. La cinta recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2024 y obtuvo cinco nominaciones al Globo de Oro, donde a pesar de no haber ganado ningún premio, si se alza como una de las favoritas para la próxima entrega del Oscar.
bimc