"El detector de metal" sonó más fuerte que nunca con la presencia de Moderatto que llegó a la Sultana del Norte para celebrar en grande la Navidad, solo como ellos saben hacerlo, al ritmo del rock.
Un par de serpientes gigantes reposaban a las orillas del escenario, que darían la bienvenida a todos los presentes que se dieron cita en la Arena Monterrey.
Fue cerca de más 21:40 horas que la agrupación salió a escena para regalar una noche con altas dosis de rock.
"Muriendo lento" y "Zodiaco" fueron los temas elegidos para dar arranque a la velada.
"Espero que vengan con su abogado porque lo que sigue es completamente ilegal", mencionó Jay de la Cueva provocando el grito al unísono de la audiencia.
"Necesito el ruido de Monterrey, que se convierta en un hospital psiquiátrico. Necesito que se sacudan la 'hueva'. Necesito las manos en el aire malditos pecadores", agregó su vocalista como parte de su mensaje de bienvenida.
Luego de haber sufrido un fuerte accidente al caer mal del piano durante un concierto, y haber ofrecido las siguientes presentaciones convaleciente, el cantante mostró una notable mejoría en momentos apoyado de un bastón o de un patín del diablo, por lo cual el público correspondió su entrega cantando y saltando al ritmo de todos sus éxitos.
"Gracias por tanto amor Monterrey. Desde hace dos meses estamos haciendo las giras de despedida, en uno de los shows salte de este piano, uno de los instrumentos más importantes de mi vida. Esta es la primera noche que vuelvo a este piano, durante dos meses no lo pude tocar y me ilusiona tocar el piano para ustedes esta noche".
"Chavo de onda", "Isabel", "Amor prohibido" y "Sentimettal" formaron parte de su repertorio, siendo para n esta última donde demostró su talento haciendo un solo de guitarra.
Aunque por unos momentos se fue la luz, esto no fue impedimento para que la fiesta continuara, pueda la agrupación tomó esto como un gran pretexto para cantar solo con una guitarra acústica y a capella con sus fans el tema "No hay otra manera".
Para el siguiente tema, la luz regresó y aprovechó para invitar a su ahijado Mateo a subir junto a el para cantar "Mil demonios".
La agrupación se puso más rebelde al dedicar los covers de RBD como el emblemático tema "Sálvame" y "Sólo quédate en silencio".
El fuego y la pirotecnia, además de pelotas inflables se hicieron presente emocionando a todos sus fans mientras sonaba uno de sus más grandes éxitos "Quemándome de amor".
Para la recta final, la agrupación invitó a subir a un afortunado fan al escenario de nombre Rodrigo, quien además de tocar la guitarra eléctrica junto a la agrupación, se llevó el preciado instrumento como regalo.
"Gracias por tu generosidad tantos años", mencionó Jay antes de despedirse y dedicar el tema "Gracias", con la promesa de regresar en marzo del próximo año para despedirse por última vez de su público en Monterrey.
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