Tony Bennett, el legendario cantante estadunidense, murió este viernes a los 96 años. El estilista tuvo la consagración al cancionero clásico durante décadas, logrando la admiración de grandes artistas como Frank Sinatra y hasta Lady Gaga.
Su publicista Sylvia Weiner confirmó el deceso a la Associated Press y dijo que murió en su ciudad natal de Nueva York. No hubo una causa específica, pero le habían diagnosticado el mal de alzhéimer en 2016.
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El último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, Bennett solía decir que la ambición de su vida era crear “un catálogo de hits más que discos de hits”. Publicó más de 70 álbumes que le granjearon 19 Grammys competitivos, 17 de ellos después de cumplir los 60 años.
Además, gozaba del afecto profundo y duradero de fans y colegas.
La historia del famoso comenzó en el año de 1951 y conquistó al mundo con la característica voz que poseía, pues la describían como una combinación de suaves murmullos; sus éxitos le valieron llegar a vender más de 50 millones de discos, así como ganar 18 premios Grammy.
Comenzó el trayecto a la fama desde los 10 años y se mantuvo activo casi toda su carrera, pues incluso logró llegar al público más joven y tuvo un renacimiento en la industria durante los años 90.
Más tarde volvería a figurar en ese mismo sector de audiencia cuando realizó un dueto junto a Lady Gaga. Cheek To Cheek, material lanzado con la intérprete de 'Bad Romance, llegó a la primera posición en los Billboard, por lo que nuevamente sonaba el nombre de Tony Bennett como uno de los cantantes de la 'vieja escuela' que seguía cosechando éxitos.
Su música era una fusión de jazz con baladas y causó gran euforia entre el público desde que saltó a la fama, pues se le catalogó como uno de los más grandes crooners debido al estilo de voz que matizaba a la perfección con las melodías.
Algunas de sus influencias fueron figuras como Louis Armstrong, Jack Teagarden y Joe Venuti.
gb