La actriz y vedette Sasha Montenegro, falleció el miércoles 14 de enero a los 78 años. La también ex esposa de José López Portillo –ex presidente de México – fue un ícono en el cine mexicano, sobre todo en el cine de ficheras, impactando al público con su belleza inigualable y porte elegante.
Sasha Montenegro fue una de las vedettes más famosas de los años 80, aun así, la actriz confesó en más de una ocasión que no le gustaba ver sus películas, en especial aquellas donde se mostraba desnuda. De acuerdo con Montenegro, estas “no eran joyas cinematográficas”.
Sin embargo, y pese a su opinión, Sasha Montenegro fue pieza clave del cine de ficheras y de sus grandes logros, donde compartió escenario a lado de Jorge Rivero y la también fallecida Carmelita Salinas.
La influencia que tuvo en el cine de ficheras
Montenegro realizó 69 películas de diversos géneros, tales como Ellos trajeron la violencia, La fuerza del odio, El secuestro de un policía y La taquería picante. Incluso participó en dos películas en el año 2000, tituladas Una de zombis y The End of Silence.
Se sabe por expertos del cine como Ayala Blanco, que Sasha Montenegro catapultó a la fama en 1972 con su filme debut Un sueño de amor. A partir de ahí, la vedette forjó una carrera sólida en el cine erótico mexicano, donde se le reconoció no sólo por su belleza, sino también profesionalismo.
Tal fue su influencia, que la llevaron a recibir una estrella en el conocido Paseo de las Luminarias en México, sobre todo porque Sasha Montenegro hasta incursionó en la pantalla chica, destacando Ana del aire, Lo imperdonable, Una mujer marcada, Rina y Las vías del amor.
Además, expertos del cine en los años 80, destacan la carrera de la vedette por las actrices y actores que compartieron con ella el escenario. Algunos de estos fueron: Rafael Inclán, Maribel Guardia, José José, El Santo, Carmen Salinas, Isela Vega, Lyn May, Andrés García, Sergio Goyri y Verónica Castro.
Sin duda, Sasha Montenegro consiguió que las vedettes construyeran una imagen sólida que representó la sensualidad femenina y a la vez, rompió la apariencia delicada que se tenía de las mujeres en una década anterior.
Aunado a ello, es bien sabido que la vedette estuvo presente y en un punto cúspide de la conocida Época de Oro, donde comenzaron nuevas corrientes y enfoque en la producción cinematográfica mexicana.
MRG