NUEVA YORK. - La jueza Carol Amon concedió en solo 15 minutos la moción solicitada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos para retirar los tres cargos por narcotráfico y uno más por lavado de dinero contra el general Salvador Cienfuegos, quien respondió con un “sí, señora” y horas más tarde aterrizó en el aeropuerto de Toluca, de donde se dirigió a su casa después de los exámenes médicos de rutina y la notificación de que está sometido a una investigación.
Al bajar del avión, el agente del Ministerio Público de la Federación le notificó formalmente a Cienfuegos de la existencia de una investigación, carpeta iniciada por la Fiscalía General de la República con la información que se recibió del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el expediente de la DEA por el que lo detuvieron semanas atrás, por lo que en lo sucesivo la investigación estará a cargo de las autoridades mexicanas.
Por la mañana, en la Corte federal de Brooklyn estuvo presente el ex titular de la Sedena acompañado de su abogado, Edward Sapone, además del propio fiscal del Distrito Este de Nueva York, Seth DuCharme.
La jueza preguntó al fiscal si esta decisión se tomó al más alto nivel del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a lo que DuCharme aseguró que el acuerdo con el gobierno de México fue concretado por el propio William Barr.
El abogado Sapone aseguró que el secretario de la Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto aceptaba la moción para desestimar los cargos. Cuando fue inquirido por la jueza, Cienfuegos contestó con un “sí, señora”, para concluir dicha audiencia de menos de 15 minutos.
Afuera de la corte y una vez que Amon desechó las acusaciones contra su cliente, Sapone aseguró que Cienfuegos no tenía ningún proceso abierto en México.
“El general viajará a México, irá a casa a comer algo rico, estará con su familia y luego me hablará para confirmar que todo está bien”, predijo con una sonrisa.
LLEGÓ A TOLUCA
Cienfuegos llegó por la noche a México y fue recibido por personal de la FGR en el Aeropuerto Internacional de Toluca, Estado de México.
A las 18:40 horas arribó al hangar de la FGR a bordo de la aeronave Gulfstream 4, matrícula N40VC, del gobierno de Estados Unidos, la cual procedía del Aeropuerto de Nueva Jersey.
A las 18:48 horas descendió el general en retiro vestido de ropa formal y corbata.
A su descenso, se le acompañó hacia una sala privada en las oficinas del hangar donde se le practicó, con su anuencia, un dictamen pericial médico, para la constancia de su estado de salud al arribo al país, el cual resultó favorable.
El Ministerio Público le notificó la existencia de una investigación en su contra, Cienfuegos se dio por notificado y proporcionó toda su información personal y de contacto, incluyendo domicilio y teléfono celular donde puede ser localizado y citado para las diligencias, manifestando su total disposición de atender los requerimientos propios de la investigación.
A las 19:12 horas, Cienfuegos se retiró de las oficinas de la FGR en el hangar de Toluca, Estado de México.
LA BATALLA MÁS CORTA DEL GENERAL
You did it (“lo hiciste”), dijo el litigante Edward Sapone al general en retiro Salvador Cienfuegos luego de que la juez hubiera abandonado la sala tras de conceder el retiro de cargos contra el acusado.
Para la firma Sapone & Petrillo significó uno de sus casos de más alto perfil, el cual ganaron apenas al iniciar el combate. Fueron cinco “sí, señor”, un “sí, señora”, otro “sí, lo hice con mis abogados”, seguido del único “sí, estoy satisfecho”, que precedió a un “sí, lo entiendo”, antes de prometer nunca solicitar asilo en Estados Unido con un: “¡sí, lo juro!” y despedirse con “sí, estoy de acuerdo”.
Fue el perlario de frases que pronunció el general en su primera y única cita con la juez Carol Amon.
Vestido de traje y corbata, el general ingresó a la sala 10 D tres segundos después de que lo hiciera la juez Amon para que a las 10:27 iniciara su esperada audiencia.
Muy distinta esta presentación a la que tuvo apenas en enero el ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna quien, despojado de las esposas segundos antes de ingresar a la sala, estuvo a punto del llanto con su humanidad metida en ropa usada de presidiario dos tallas grandes.
No fue el caso del general que se miraba entero en esta batalla de 15 minutos que ya lo presumía victorioso antes de salir a librarla.
Y pese a que, en los 3 minutos de su participación, el menudo fiscal general del distrito este, Seth DuCharme, repitió en persona lo que ya había manifestado en su moción para desestimar los cargos, en el sentido de que lo hacía para cuidar las buenas relaciones con México, Cienfuegos parecía no inmutarse ante la posibilidad de que la jueza rechazara la solicitud de los fiscales y él tuviera que retornar a dormir a su celda del Centro de Detección Metropolitano al este de Brooklyn.
Tras la exposición del menudo DuCharme, a quien acompañó uno de sus asistentes en la mesa central de los fiscales, la jueza quiso conocer las impresiones del acusado al que hizo jurar que nunca pediría asilo en Estados Unidos. Puesto de pie, levantó la mano y tomó el juramento:
“Sí, lo juro”. Luego la jueza concedió la solicitud y se retiró, al parecer, molesta. Ante la urgencia del par de marshalls que lo apuraban a abandonar la sala, se acercó Edward Sapone al general y chocaron los puños en señal de despedida. “You dit it”, le dijo el litigante.
Y ADEMÁS “NO HAY NADA OCULTO”: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no se negoció nada a cambio, ni hubo acuerdos en lo oscurito para que Estados Unidos se desistiera de los cargos contra el general en retiro.
“No hay nada oculto, nosotros actuamos a partir de principios y lo que se hizo fue intervenir en materia diplomática, para expresar nuestra inconformidad.”
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