El primer ministro griego, Alexis Tsipras, proclamó el final de una "Odisea moderna" después de que Grecia saliera de nueve años de rescates, y dijo que el país nunca debía olvidar las duras lecciones aprendidas bajo la estricta supervisión financiera de sus acreedores.
"Este es un día de liberación", declaró Tsipras, de pie en lo alto de una colina con vistas a una bahía en la isla jónica de Ítaca.
Su decisión de dar su discurso en la isla estuvo cargado de simbolismo clásico: en el poema épico de Homero, Ulises, el rey de Ítaca, regresó a casa después de la guerra de Troya tras un viaje de 10 años perdido en el mar.
Desde 2010, Grecia ha vivido una Odisea moderna. En cinco años pasaron cosas impensables para un país en tiempos de paz: Perdió el 25 por ciento de su riqueza nacional; tres de cada diez personas perdieron su empleo, seis de cada diez entre los jóvenes", señaló.
"La democracia fue restringida; banqueros se convirtieron en primeros ministros y ministros en banqueros, y las bandas fascistas reaparecieron en la calle tras 60 años", recordó.
Con aspecto sombrío, Tsipras dijo: "No cometeremos la afrenta de ignorar las lecciones del rescate a Grecia. No permitiremos que el olvido nos lleve al error".
Y añadió: "Nunca olvidaremos la causa ni a las personas que llevaron a nuestro país a los rescates financieros".
El tercer acuerdo de rescate de Grecia finalizó el lunes oficialmente después de que los acreedores internacionales hubieran financiado al país a cambio de duras reformas y medidas de austeridad supervisadas por sus inspectores desde 2010.
Tsipras, un izquierdista elegido en 2015 tras prometer desmantelar los rescates, se vio forzado en su lugar a aceptar un paquete de préstamos ese mismo agosto para evitar la bancarrota y la posibilidad de que el país fuera expulsado de la zona euro.
Fue el tercer programa al que se acogía la nación desde 2010. El país ha recibido en total 288 mil millones de euros de los acreedores, por lo que es el mayor rescate en la historia.
Vestido de manera informal, con camisa blanca abierta y pantalones, Tsipras recurrió a frecuentes analogías con la Odisea, en la que el héroe debe enfrentar al Cíclope, a sirenas y a pretendientes de su esposa que quieren ocupar su lugar, en una indirecta al partido opositor Nueva Democracia, que lidera las encuestas de opinión.