Acciones de Amazon al alza durante pandemia

Amazon prospera en la crisis sanitaria por el coronavirus, pero todavía enfrenta la inquietud de sus empleados por las condiciones de trabajo inseguras.

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ESPECIAL. - Es difícil detectar a los seguros ganadores corporativos en la más reciente catástrofe económica. Amazon parece ser uno de ellos. 

La gigante plataforma de comercio electrónico, que se beneficia con los cierres de tantas tiendas físicas, registró un aumento en las ventas globales a 11 mil dólares por segundo y batalla para contratar a 175 mil empleados que le permitan hacer frente a la demanda adicional del mercado. 

A pesar del colapso del mercado de valores, las acciones de Amazon ya subieron 30 por ciento este año, lo que impulsó el valor de mercado de la compañía a 1.2 millones de millones de dólares (mdd). 

¿Qué está haciendo bien Amazon y qué está haciendo mal en tiempos de crisis?

Se puede decir que lo más excepcional de Amazon es su cultura corporativa.

A pesar de que se está convirtiendo en una enorme multinacional con casi un millón de empleados, todavía se apega religiosamente al dogma que esbozó Jeff Bezos en 1997 cuando llevó a la compañía a los mercados públicos.

En su primera carta a los accionistas, Bezos expuso la misión de Amazon: obsesionarse con sus clientes, innovar y aprender de los inevitables fracasos; invertir mucho para asegurar el liderazgo del mercado; contratar a los empleados más inteligentes y recompensarlos como dueños, y mantener un sentido de urgencia, es decir, la mentalidad del “Día 1” de un startup.

Decir esto es sencillo.

Pero, como saben muchos gerentes corporativos, no hay nada más difícil que cumplir con lo simple a cada hora todos los días.

La “compañía más enfocada en el cliente en la tierra”, como le gusta denominarse a Amazon, ahora ofrece “envíos gratuitos” en más de 100 millones de artículos para los miembros de Amazon Prime. 

Sus operaciones de entregas se vieron sometidas a una enorme presión en la última crisis, provocando retrasos y frustración de clientes y vendedores, pero la empresa demuestra que es adaptable. “Incluso en estas circunstancias, sigue siendo el Día 1”, escribió Bezos en su carta más reciente a los accionistas. 

El Dato. 11 mil DÓLARES

por segundo es el valor de las ventas que registra Amazon durante la pandemia de Covid-19​

Bezos fue uno de los primeros en entender la dinámica de la economía digital y el desarrollo de la compañía fue acorde a eso. Internet permite que los proveedores interactúen directamente con los consumidores a gran escala, lo que elimina la intermediación de la mayoría de los distribuidores.

 Los miles de millones de transacciones que Amazon procesa cada año le dan una comprensión única sobre la demanda de los consumidores. Ahora cuenta con 110 millones de miembros Prime en EU. 

El año pasado, Amazon gastó 35 mil 900 millones de dólares (mdd) en tecnología y contenido. La compañía utiliza su fondo de reserva financiera para atacar a cualquier sector en el que cree que puede ganar dominio del mercado, ya sea libros, entretenimiento, computación en la nube, asistentes digitales o, cada vez más, atención de salud.

Comete errores costosos, pero aprende de sus fallas.  La empresa también se diversificó en flujos de negocios complementarios. Su división de la nube, Amazon Web Services, y Amazon Marketplace, permiten a terceros tener acceso a su tecnología y plataforma de comercio electrónico.

En las partes más rentables de su negocio, administra el casino en lugar de gastar sus propias fichas. Como todas las empresas, Amazon recibió el golpe de la caída global de la demanda de los consumidores y las dificultades de administrar una cadena de suministro compleja en una emergencia. Es posible que los consumidores que han cambiado a plataformas de e-commerce   alternativas nunca regresen. 

Los riesgos estratégicos a largo plazo para Amazon se detallan en su informe anual. En resumen, le teme a una competencia más inteligente. Se preocupa por la dependencia de personas clave.

Destaca los peligros de un tratamiento fiscal más agresivo y una reacción reguladora. Después de todo, si ha construido su posición como una compañía de servicios públicos sistémicamente importante, ¿por qué no debería regularse como tal? 

Pero tal vez la mayor amenaza es la que menos reconoce.

A pesar de toda su eficiencia tecnológica, la empresa depende de manera crítica de un ejército de trabajadores de servicios con baja remuneración.

A pesar de aumentar temporalmente en 2 dólares por hora el salario mínimo de los empleados en todo el mundo, se enfrenta a inquietudes por las condiciones de trabajo inseguras. Su modelo de negocio sufrirá si el péndulo regresa del capital al trabajo después de la crisis. 

Si la historia es predictiva, algo seguro es que algún día un competidor desplazará a Amazon. Sin embargo, por el momento, es difícil ver quién será que le quite poder a la compañía.

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ESPECIAL. - Es difícil detectar a los seguros ganadores corporativos en la más reciente catástrofe económica. Amazon parece ser uno de ellos. 

La gigante plataforma de comercio electrónico, que se beneficia con los cierres de tantas tiendas físicas, registró un aumento en las ventas globales a 11 mil dólares por segundo y batalla para contratar a 175 mil empleados que le permitan hacer frente a la demanda adicional del mercado. 

A pesar del colapso del mercado de valores, las acciones de Amazon ya subieron 30 por ciento este año, lo que impulsó el valor de mercado de la compañía a 1.2 millones de millones de dólares (mdd). 

¿Qué está haciendo bien Amazon y qué está haciendo mal en tiempos de crisis?

Se puede decir que lo más excepcional de Amazon es su cultura corporativa.

A pesar de que se está convirtiendo en una enorme multinacional con casi un millón de empleados, todavía se apega religiosamente al dogma que esbozó Jeff Bezos en 1997 cuando llevó a la compañía a los mercados públicos.

En su primera carta a los accionistas, Bezos expuso la misión de Amazon: obsesionarse con sus clientes, innovar y aprender de los inevitables fracasos; invertir mucho para asegurar el liderazgo del mercado; contratar a los empleados más inteligentes y recompensarlos como dueños, y mantener un sentido de urgencia, es decir, la mentalidad del “Día 1” de un startup.

Decir esto es sencillo.

Pero, como saben muchos gerentes corporativos, no hay nada más difícil que cumplir con lo simple a cada hora todos los días.

La “compañía más enfocada en el cliente en la tierra”, como le gusta denominarse a Amazon, ahora ofrece “envíos gratuitos” en más de 100 millones de artículos para los miembros de Amazon Prime. 

Sus operaciones de entregas se vieron sometidas a una enorme presión en la última crisis, provocando retrasos y frustración de clientes y vendedores, pero la empresa demuestra que es adaptable. “Incluso en estas circunstancias, sigue siendo el Día 1”, escribió Bezos en su carta más reciente a los accionistas. 

El Dato. 11 mil DÓLARES

por segundo es el valor de las ventas que registra Amazon durante la pandemia de Covid-19​

Bezos fue uno de los primeros en entender la dinámica de la economía digital y el desarrollo de la compañía fue acorde a eso. Internet permite que los proveedores interactúen directamente con los consumidores a gran escala, lo que elimina la intermediación de la mayoría de los distribuidores.

 Los miles de millones de transacciones que Amazon procesa cada año le dan una comprensión única sobre la demanda de los consumidores. Ahora cuenta con 110 millones de miembros Prime en EU. 

El año pasado, Amazon gastó 35 mil 900 millones de dólares (mdd) en tecnología y contenido. La compañía utiliza su fondo de reserva financiera para atacar a cualquier sector en el que cree que puede ganar dominio del mercado, ya sea libros, entretenimiento, computación en la nube, asistentes digitales o, cada vez más, atención de salud.

Comete errores costosos, pero aprende de sus fallas.  La empresa también se diversificó en flujos de negocios complementarios. Su división de la nube, Amazon Web Services, y Amazon Marketplace, permiten a terceros tener acceso a su tecnología y plataforma de comercio electrónico.

En las partes más rentables de su negocio, administra el casino en lugar de gastar sus propias fichas. Como todas las empresas, Amazon recibió el golpe de la caída global de la demanda de los consumidores y las dificultades de administrar una cadena de suministro compleja en una emergencia. Es posible que los consumidores que han cambiado a plataformas de e-commerce   alternativas nunca regresen. 

Los riesgos estratégicos a largo plazo para Amazon se detallan en su informe anual. En resumen, le teme a una competencia más inteligente. Se preocupa por la dependencia de personas clave.

Destaca los peligros de un tratamiento fiscal más agresivo y una reacción reguladora. Después de todo, si ha construido su posición como una compañía de servicios públicos sistémicamente importante, ¿por qué no debería regularse como tal? 

Pero tal vez la mayor amenaza es la que menos reconoce.

A pesar de toda su eficiencia tecnológica, la empresa depende de manera crítica de un ejército de trabajadores de servicios con baja remuneración.

A pesar de aumentar temporalmente en 2 dólares por hora el salario mínimo de los empleados en todo el mundo, se enfrenta a inquietudes por las condiciones de trabajo inseguras. Su modelo de negocio sufrirá si el péndulo regresa del capital al trabajo después de la crisis. 

Si la historia es predictiva, algo seguro es que algún día un competidor desplazará a Amazon. Sin embargo, por el momento, es difícil ver quién será que le quite poder a la compañía.

 

 

 

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