Adam Castillejo es un venezolano de 43 años, y una de las tres personas que se han curado del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y del cáncer, dos enfermedades mortales para la mayoría de las personas.
De acuerdo a la revista Nature Medicine, además de Castillejos, ‘el paciente de Düsseldorf’, es la tercera persona que consiguió curarse del VIH, virus que genera el Sida, después de que recibió un trasplante de células madre.
Pero antes de ellos, la primera persona que se recuperó del VIH fue el ‘paciente Berlín’, quien también recibió un tratamiento médico agresivo. Y hasta ahora, la identidad de los tres pacientes se había mantenido en reserva, hasta que Adam Castillejo optó por hablar tras haberse recuperado.
¿Quién es Adam Castillejo?
Cuando apenas tenía 23 años, Adam Castillejo, fue diagnosticado con VIH a comienzos de 2003, por lo que pensó que esa era su sentencia de muerte, ya que en esos años “el Sida era algo terminal”.
Los médicos no le dieron muchas esperanzas de vida y le dijeron que tenía al menos 10 años para vivir, y con suerte, podía disfrutar de 20. Sin embargo nueve años después, mientras Castillejo estaba recibiendo tratamiento, los doctores le detectaron un linfoma que lo dejó casi desahuciado.
El paciente explicó que fue otra sentencia de muerte, pero al mismo tiempo una situación distinta en la que él se sentía con la confianza de alzar la voz y decir a todo el mundo que tenía cáncer, cosa que no podía hacer con el VIH debido a estigmas y discursos de odio.
Posteriormente, Castillejo se sometió a un trasplante de médula ósea, ya que el donador tenía una alteración genética que le impedía al VIH penetrar en las células. Primero cedió el cáncer y después la inmunodeficiencia.
Fue en 2015 cuando Castillejo estaba en estado terminal y le ofrecieron la posibilidad de ese trasplante, se emocionó cuando le dijeron que había un donante.
A pesar del éxito, el venezolano primero charló con su madre y su hermana para que decidiera hacer pública su identidad, y cuando todavía estaba en tratamiento, su estilo de vida había cambiado, y empezó a trabajar como chef, cambió su alimentación por una más sana y comenzó a salir en bicicleta.
“Me gané la lotería, me he curado de dos enfermedades incurables. Tengo la fortuna de haber estado en el lugar preciso en el tiempo correcto, pero como personal, sigo siendo el mismo. Más aventurero, quizás, porque la vida me ha dado una segunda oportunidad”, explicó Castillejo.
AA