Después de que las universidades públicas de Afganistán permanecieron cerradas durante casi seis meses desde la toma de Kabul por los talibanes, algunas de ellas reiniciaron las clases, admitiendo la presencia de las mujeres en las aulas, sin embargo, en horarios diferentes a los de sus compañeros varones.
Los centros superiores ubicados en las regiones más cálidas del país fueron reabiertos el 2 de febrero, especialmente en el sur, mientras que las universidades en lugares con temperaturas más bajas serán abiertas hasta el 26 de febrero, de acuerdo Ahmad Taqi, portavoz del Ministerio de Educación Superior.
Esta reapertura se generó en línea con la política del Emirato Islámico (como se autonombra el gobierno talibán) mandada a las universidades, describió Taqi, un documento en el que se señaló que los centros permitirán el ingreso a ambos géneros, no obstante, de forma segregada y en horarios distintos.
Ismael Sadet, profesor de la Universidad Gubernamental de la provincia de Nangarhar, mencionó que recibió una carta oficial para continuar los estudios para los hombres y mujeres considerando la separación de género. En el comunicado se detalla que los estudiantes varones acudirán a clases antes del mediodía, mientras que las alumnas deberán asistir por la tarde.
Cabe señalar que antes de que los fundamentalistas tomaran el poder, las universidades públicas y privadas eran mixtas, es decir que hombres y mujeres estudiaban en los mismos salones. Sin embargo, en las escuelas primarias y secundarias, las niñas y los niños eran educados por separado.
Todos los centros educativos frenaron sus actividades durante un mes después de la toma de Kabul por los talibanes, y cuando realizaron la reapertura respetaron ciertas restricciones a la educación femenina, que se debía limitar a los centros de educación primaria. Por lo que los funcionarios del Emirato Islámico prometieron en varias ocasiones, que todas las niñas, así como estudiantes de secundaria, puedan regresar a las aulas en marzo, cuando empiece el nuevo año escolar en Afganistán.
AA