Un hombre, de 27 años, fue condenado a cadena perpetua en Múnich, Alemania. El acusado es un enfermero que asesinó a dos pacientes e incluso, intentó matar a otros seis enfermos en el hospital donde laboraba.
De acuerdo con AFP, el hombre trabajaba principalmente en salas de guardia de un hospital de Múnich, donde los pacientes eran trasladados tras una operación; es ahí donde el enfermero les inyectaba cócteles de medicamentos sin receta.
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Las víctimas mortales son dos hombres, uno de 80 y otro de 87 años, quienes murieron tras haber estado varios días en coma a causa de las inyecciones. Sin embargo, el enfermero no es acusado sólo del asesinato de estos hombres, ya que el tribunal también lo declaró culpable de seis intentos de homicidio.
¿Cómo se dieron cuenta del caso?
Un auxiliar de enfermería alertó a la dirección del hospital al constatar el repentino empeoramiento de los pacientes. Además, unos análisis de sangre mostraron que a los pacientes les inyectaron una sobredosis de medicamentos que no se les habían recetado.
El enfermero habría actuado así para estar tranquilo y poder consultar su celular. También a menudo estaba ebrio en horas de trabajo o con malestar tras haber ingerido alcohol un día anterior.
"Como estaba borracho, solo tenía una opción: hacerlos callar", explicó el hombre durante la audiencia, informó el semanario Der Spiegel.
Sin embargo, no es el único caso que ha ocurrido en Alemania, ya que en 2019, Niels Högel, un ex enfermero con un trastorno de personalidad narcisista, también fue condenado a cadena perpetua por haber asesinado a 85 personas.
La situación por supuesto ha alertado a las autoridades, quienes deberán investigar toda muerte sospechosa que se registre en clínicas, hospitales y centros médicos, con el propósito de descartar cualquier homicidio o intento de asesinato.
MRG