El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, lamentó los altos costos que reclaman los países “amigos” de Alemania, especialmente por Estados Unidos, quien provee el gas necesario para compensar el corte de suministro ruso.
“Algunos países, incluso amigos, obtienen a veces unos precios astronómicos”, declaró Habeck a través de una entrevista con el diario regional Neue Osnabrücker Zeitung, este 5 de octubre.
Habeck confirmó que esta situación era un problema, por lo que instó a la Comisión Europea a mantener un diálogo con los países que señala proveen el gas a precios elevados.
Luego de la invasión de Ucrania, Rusia comenzó a disminuir sus entregas de gas a Alemania considerablemente, antes de interrumpirlas completamente a principios de septiembre.
Anterior al conflicto, el 55 por ciento de las importaciones de gas de Alemania provenían de Rusia.
Con la finalidad de salvaguardar su seguridad energética y cuidar a su industria, Berlín se vio obligada a diversificar su lista de proveedores e incrementó en gran medida sus compras de gas natural licuado (GNL), el cual se importa más caro.
Así como todo el continente, Alemania recurrió a Estados Unidos, cuyas exportaciones de GNL a Europa casi se duplicaron de 2021 a 2022.
“Estados Unidos vino a nosotros cuando los precios del petróleo se dispararon (…) Pienso que ese tipo de solidaridad también sería útil para amortiguar los precios del gas”, manifestó el ministro de Economía.
La última primavera, durante la subida de los costos del petróleo, Estados Unidos y sus aliados de la Agencia Internacional de la Energía, echaron mano de sus reservas estratégicas nacionales de barriles para rebajar la presión sobre los mercados.
Por su parte, la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, afirmó que está abierta a discutir posibles soluciones para rebajar las tarifas del gas importado, incluida la de imponer un techo al costo de todas las compras de hidrocarburo.
AA