LA PAZ. — La convocatoria a nuevos comicios ha desactivado en gran parte las protestas en Bolivia, que en 35 días cobraron la vida de 32 personas y precipitaron la renuncia del presidente Evo Morales y su posterior exilio a México.
“Vamos a recuperar la democracia con democracia, vamos a acabar con 14 años de destrucción de nuestros derechos”, dijo la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez el domingo al promulgar la convocatoria aprobada por el Legislativo la víspera. “Mi mandato es organizar elecciones justas, limpias y transparentes”.
Morales no participará en esos comicios puesto que ya fue reelecto “por dos períodos constitucionales”, subraya la norma. La decisión del exmandatario de forzar el mandato constitucional desató la crisis y precipitó su caída.
El nuevo Tribunal Supremo Electoral, que será elegido en 20 días por los legisladores, fijará la fecha de los comicios que no debe exceder los 120 días desde la asunción de los jueces, según quedó establecido con la bancada mayoritaria del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales. La mediación de la ONU, La Unión Europea (UE), la OEA y los obispos católicos posibilitó los acuerdos.
“Es un día para celebrar; es una señal de reconciliación”, declaró a la prensa el embajador de la UE, León de la Torre.
Una eventual segunda vuelta se realizaría 45 días después, lo cual podría exceder el mandato constitucional de 120 días que tiene el gobierno transitorio de Áñez.
En los comicios se elegirá al presidente y a los 166 miembros de la Asamblea Legislativa.
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