CHICAGO.- Pablo Vega Cuevas, líder de la célula de Guerreros Unidos en Chicago, Illinois, es el último eslabón que queda por liberar de esa organización en Estados Unidos, lo que también cerraría las posibilidades de conocer más detalles sobre el caso de la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Con el rostro relajado, recuperado en peso y de overol naranja, Pablo Vega, mejor conocido como El Transfomer se presentó ayer a una audiencia ante el juez de la Corte de Distrito del Norte de Illinois.
El juez Gary Feinerman informó a Pablo que su sentencia se aplazaría hasta el 20 de noviembre; recibió la noticia un Pablo sin esposas, sin custodia, visiblemente despreocupado y hasta amigable con los miembros de la corte.
Durante la audiencia, en la que Cuevas se declararía culpable de los cargos por tráfico de drogas, el juez notificó a la defensa del implicado un plazo de otros sesenta días para presentar la documentación correspondiente con el acuerdo de culpabilidad, tal y como lo efectuó la defensa de otros implicados relacionados a Cuevas.
Pablo Vega, líder de la célula de Guerreros Unidos, se declararía culpable del trasiego de heroína y cocaína en autobuses de pasajeros desde México, pero el juez emplazó la sentencia por falta de elementos. Segundos después de ello, Cuevas fue devuelto a su celda en donde esta recluido desde finales de 2014, luego de su detención en Oklahoma.
Pablo es el único miembro detenido desde 2013 por las autoridades estadunidenses que sigue preso, pero las posibilidades de quedar libre en el corto plazo son altísimas.
El resto de sus operadores ya lo han logrado. Según consta en los acuerdos de culpabilidad a los que tuvo acceso Milenio, Alexander Figueroa, Isaías Mandujano y Eliseo Betancourt-Pereira, operadores de Cuevas en Chicago quedaron libres a cambio de cuantiosas fianzas e información.
Además Arturo Martínez, está definido como “no en custodia”. Betancourt por ejemplo, quien fue detenido en 9 de diciembre de 2014, quedó libre en mayo, luego de que su defensa demostrara que el implicado había cumplimentado más de mil 588 días de buena conducta.
En el caso de Figueroa, en un documento de la Corte, su abogado Frank J. Himmel, pidió su liberación porque se demostró que su “defendido ha probado una extraordinaria cooperación con el gobierno”.
Sobre de Isaías Mandujano, cuya liberación se dio el año pasado, la Corte acordó que el implicado pagaría 100 mil dólares de fianza y cedería al estado una propiedad ubicada en Rockford, Illinois, que está a nombre de Alicia Galván, con quien Mandujano señala un parentesco.
Esto pese a que en su acuerdo de culpabilidad firmado en agosto de 2016, Mandujano se declara culpable de los cargos que se le imputan por trasiego de drogas como heroína y a cocaína.
En el detalle, Mandujano reconoció ante el juez que el y sus compañeros estaban bajo las ordenes de Pablo Vega, quien distribuía los estupefacientes por todo el estado y tenía su base de operaciones en el condado de Aurora.
El implicado dijo que la droga era trasladada de México a Estados Unidos en autobuses de pasajeros.
Los documentos también revelan que Roberto Sánchez, otro de los operadores de Cuevas, violó las condiciones de libertad condicional desde el 9 de septiembre de 2016 y estaría prófugo de la justicia estadunidense. S
ánchez, fue liberado el 12 de diciembre de 2014, luego de pagar una fianza de 75 mil dólares en efectivo y un bono de 200 mil dólares, parcialmente garantizado por un inmueble ubicado en 2241 North Monitor Avenue, en esta ciudad. La propiedad es de Sánchez y su esposa Jaquelin I. Sánchez.
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