Un grupo de arqueólogos descubrió en un campo en Barnham, Suffolk, al este de Inglaterra, las pruebas más contundentes y antiguas del control deliberado del fuego por seres humanos.
El descubrimiento se considera el más decisivo a nivel global y marca una nueva perspectiva sobre cuándo los homínidos dominaron esta tecnología. Nick Ashton, curador del Museo Británico y autor principal del estudio en la revista Nature, describió el hallazgo como 'el descubrimiento más emocionante de mis 40 años de carrera'.
¿Cuáles son los indicios que confirman el uso del fuego?
El equipo de excavación localizó tierra cocida que conformaba lo que se interpretó como un hogar, además de hachas de sílex que fueron destrozadas por el calor intenso. Estas evidencias sugieren que los primeros humanos, posiblemente neandertales, eran capaces de encender y mantener el fuego en el mismo sitio de manera repetida.
La prueba 'irrefutable' fue el hallazgo de dos fragmentos de pirita de hierro en el yacimiento, a veces conocida como 'oro de los tontos'. Este mineral se utiliza para golpear el pedernal y generar chispas.
Los investigadores señalan que la pirita no era un mineral disponible en el entorno inmediato de Barnham, lo que indica un conocimiento avanzado. Esto sugiere que estas personas comprendían las propiedades de la pirita para encender el fuego y la buscaron activamente para transportarla hasta el sitio.
El equipo también analizó los sedimentos enrojecidos del yacimiento y determinó que sus propiedades químicas eran únicas. La presencia de hidrocarburos sugirió que las altas temperaturas se debían a la combustión concentrada de madera en un área específica.
¿Qué trascendencia evolutiva tiene el control del fuego?
La capacidad de crear fuego intencionalmente habría otorgado a los humanos de Barnham múltiples ventajas evolutivas y sociales. Podrían mantenerse calientes, ahuyentar a los depredadores salvajes y cocinar alimentos.
Además de los beneficios directos, el control del fuego impulsó el desarrollo de nuevas tecnologías, como la creación de adhesivos y otras herramientas. Socialmente, el fuego habría servido como un punto de encuentro para la interacción.
El hallazgo de Barnham es cronológicamente trascendental, pues los artefactos son 350 mil años más antiguos que las pruebas previas sobre el fuego. El registro anterior conocido provenía de un yacimiento arqueológico ubicado en el norte de Francia.
Pese a la importancia, el curador Nick Ashton señaló que es 'poco probable' que la capacidad de encender fuego haya surgido por primera vez en Inglaterra.
MQ