DURRES.- La esperanza de encontrar más sobrevivientes entre los escombros en Albania se desvanecía el jueves, dos días después del potente sismo que remeció la costa Adriática del país. El número de fallecidos aumentó a 46 personas, con más de 2 mil heridos.
Para la tarde, las operaciones de búsqueda disminuían y se enfocaban en la ciudad portuaria de Durres, a 33 kilómetros al oeste de la capital, Tirana, informó la policía. Aquí, en una villa colapsada donde vivía una familia grande, las autoridades buscan todavía a tres familiares extraviados.
El operativo ya terminó en la cercana localidad de Thumane, donde el jueves temprano se recuperaron seis cadáveres de entre los escombros y se cree que no hay más desaparecidos.
Más de 2 mil personas resultaron heridas en el terremoto de magnitud 6,4 registrado del martes, informó el ministerio de Salud el jueves. Como el sismo ocurrió en la madrugada, cuando la gente dormía, muchas personas quedaron atrapadas cuando las construcciones colapsaron. Más de 60 personas permanecen hospitalizadas, cuatro de ellas muy graves.
Al potente sismo le siguieron cientos de réplicas, incluso varias de magnitudes superiores a 5,0, lo que complicaron las labores de rescate.
Una nueva réplica de magnitud 4,9 que estremeció la zona el jueves al mediodía provocó escenas de pánico. Los dolientes salieron corriendo de un edificio donde se habían reunido para el inicio de los oficios fúnebres para algunas de las víctimas.
Tanto los países vecinos como otras naciones europeas enviaron rescatistas con equipos especializados, perros rastreadores y bienes de primera necesidad a Albania para colaborar en los esfuerzos de búsqueda y ayudar a quienes perdieron sus casas.
Muchos de los afectados de Thumane pasaron su segunda noche en carpas al no querer alojarse en los hoteles habilitados en la costa mientras sigan las labores de búsqueda.
Las autoridades pidieron a residentes que no regresen a ningún edificio que pudiese haber sufrido daños hasta que los ingenieros revisen su estructura para determinar su seguridad.
En algunos casos, fallecieron familias enteras en el sismo.
Cientos de personas se congregaron en Durres para el funeral de la familia Reci: Eduard de 54 años, su esposa Dolora de 49 y sus hijos Klaus y Kristi, de 21 y 25 años.
Mientras seguían las labores de socorro disminuían también las posibilidades de hallar sobrevivientes, y había preguntas de por qué algunas construcciones se colapsaron mientras otras en la misma área parecen intactas. Algunos lo atribuyeron a las deficientes prácticas en construcción y a la corrupción en este pujante sector en Albania.
dezr