KABUL. — El número de fallecidos en un ataque de la filial afgana del grupo extremista Estado Islámico en una boda subió a 80 personas, dijo un funcionario el miércoles. Un enviado de Washington, por su parte, tenía previsto reanudar las conversaciones con los talibanes para poner fin a la guerra más larga librada por Estados Unidos.
Según el conteo anterior, la explosión del sábado dejó 63 muertos, pero otras 17 personas fallecieron más tarde por las heridas sufridas en el atentado, señaló el vocero del Ministerio del Interior, Nusrat Rahimi. Treinta personas quedaron en estado crítico tras el ataque.
El atentado suicida renovó las preocupaciones por que la creciente amenaza de la filial de EI suponga poca paz para los civiles afganos pese a las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes para poner fin a casi 18 años de combates.
"Intentaremos cerrar los asuntos pendientes”, dijo el enviado estadounidense, Zalmay Khalilzad, en Twitter. "Estamos listos. Veamos si los talibanes también lo están”.
El de Afganistán fue el conflicto armado más letal del mundo en 2018, y Naciones Unidas dijo que solo durante el año pasado fallecieron más civiles que en toda la década anterior. Más de 32 mil civiles fueron asesinados en Afganistán en los últimos 10 años.
Las nuevas negociaciones de Khalilzad en Qatar, donde los talibanes tienen una oficina política, buscarán que el grupo insurgente garantice que el país, que albergó a Al Qaeda y a su líder Osama bin Laden antes de los ataques del 11-S, no volverá a servir de plataforma de lanzamiento para atentados terroristas a escala global.
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