Uno de los leones más longevos del mundo en estado salvaje en Kenia murió tras ser abatido por pastores masái en dicho país de África oriental, informaron organizaciones de defensa del medio ambiente.
"Es con gran pesar que compartimos la noticia de la muerte de Loonkito (2004-2023), el león macho más viejo de nuestro ecosistema y posiblemente de África", afirmó en Facebook la asociación keniana Lion Guardians, calificándolo de "símbolo de resiliencia y convivencia".
El mamífero, de 19 años, murió tras haber sido alcanzado por unas lanzas al penetrar en un recinto de ganado cerca del parque de Amboseli, en el sur del país, declaró el vocero de la agencia keniana de preservación de la naturaleza (KWS), Paul Jinaro.
"Era un viejo león al que le costaba alimentarse y el ganado es una presa fácil. Un león normal habría ido a buscar fauna silvestre dentro del parque", añadió.
La longevidad de los leones de África se sitúa entre los 12 y los 18 años de edad en estado salvaje, según el grupo de protección sudafricano Cats for Africa.
Unos dos mil 500 leones viven en Kenia, según el primer registro nacional de la fauna del país realizado en 2021.
En los últimos años han aumentado las incursiones de animales salvajes a zonas habitadas de ese país, coincidiendo con el desarrollo urbano, que redujo sus zonas de hábitat y sus territorios de migración.
"Debemos sensibilizar a las personas para que encuentren una manera de alertarnos para que podamos devolver los animales a los parques", subrayó Jinaro.
En la actualidad quedan unos 30 mil leones en África, y sus poblaciones continúan decreciendo, según los últimos datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Entre los años 1993 y 2014, las poblaciones de leones se redujeron en un 43 por ciento sobre todo por la pérdida de sus hábitats y los conflictos entre estos animales y las comunidades, que en ocasiones envenenan o atacan a los felinos para proteger a su ganado, lamentó la UICN.
Los leones estuvieron a punto de extinguirse en el sur keniano a principios de este siglo, pero los esfuerzos de las comunidades locales, los guardabosques y las ONG conservacionistas hicieron que en el parque nacional de Amboseli y en las reservas de fauna de sus alrededores las poblaciones de leones se multiplicasen por seis entre 2004 y 2020.
Para evitar conflictos entre leones y humanos, se han construido corrales especiales para proteger a las vacas de los masáis de los ataques de los leones, se entregan compensaciones económicas a los pastores que han perdido su ganado por culpa de estos felinos, y se ha involucrado a las comunidades en actividades del sector turístico para mejorar sus economías.
cog