ANKARA (Reuters) - Irán dijo el jueves que los cinco hombres involucrados en los atentados de Teherán eran miembros iraníes del grupo insurgente Estado Islámico que habían combatido en los bastiones de los militantes en Siria e Irak, lo que profundiza la ramificaciones regionales de los ataques.
Los atacantes invadieron el Parlamento iraní y el mausoleo del ayatolá Khomeini el miércoles por la mañana, en una inusual agresión el corazón de la república islámica. Las autoridades dijeron que el incidente dejó 17 muertos y decenas de heridos.
La poderosa Guardia Revolucionaria iraní también afirmó que el rival regional Arabia Saudita había estado involucrado, aumentando las tensiones entre Riad, una potencia musulmana saudí, y Teherán, una potencia musulmana chií, que buscan incrementar su influencia en el Golfo Pérsico. Arabia Saudita rechazó la acusación.
El Ministerio de Inteligencia iraní dijo el jueves que cinco de los atacantes que murieron en el atentado fueron identificados como iraníes que se habían unido a los militantes musulmanes suníes de línea dura de Estado Islámico en Irak y Siria.
"Habían salido de Irán y estuvieron involucrados en crímenes del grupo terrorista en Raqqa y Mosul", dijo el ministerio, refiriéndose a la capital de facto de Estado Islámico en Siria y a una ciudad que capturó en Irak.
"El año pasado, volvieron a Irán (…) para llevar a cabo ataques terroristas en las ciudades santas de Irán", agregó el ministerio en un comunicado emitido a través de la agencia de noticias IRNA.
Los ataques fueron los primeros reivindicados por Estado Islámico dentro del país bajo férreo control de las autoridades.
El Ministerio de Inteligencia iraní dijo más temprano el jueves que arrestó a más sospechosos vinculados a los ataques además de seis iraníes, incluyendo a una mujer que fue detenida el miércoles.