BEIRUT.- Proyectiles de artillería disparados desde zonas gubernamentales alcanzaron el domingo un hospital importante de una localidad controlada por los rebeldes en el noroeste de Siria, provocando la muerte de al menos seis pacientes, incluido un menor de edad, heridas al personal médico y obligando a que la instalación cerrara sus puertas, informaron rescatistas, un grupo de ayuda y activistas.
Los proyectiles cayeron en la entrada y en el patio del hospital de Atareb, una localidad en una zona rural en el occidente de Alepo, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. El hospital se encuentra bajo tierra, una táctica utilizada por la oposición para evitar los ataques en una zona donde a menudo hay conflictos.
La Sociedad Médica Sirio-Estadounidense, el grupo de ayuda que apoya al hospital, dijo que tres ataques de artillería el domingo por la mañana causaron muchos daños a las instalaciones, incluyendo la destrucción de la clínica ortopédica y la inhabilitación de los generadores eléctricos en el techo del hospital.
“El hospital ha sido evacuado por el momento”, comentó Fadi Hakim, portavoz de la sociedad, y añadió que la sala de emergencias también sufrió daños. El grupo de ayuda informó que 17 personas, incluidos cinco miembros del personal médico, resultaron heridos. Cuatro han sido trasladados a Turquía para recibir atención de emergencia.
Entre los fallecidos estaba un menor y una mujer, de acuerdo con voluntarios de Protección Civil de Siria, conocidos como los Cascos Blancos. Un video publicado en la cuenta de Facebook de la dirección local de salud mostraba escombros y manchas de sangre en la entrada del hospital.
“El personal médico estaba en estado de pánico”, dijo Omar Halaq, director del hospital de Atareb, también conocido como la Cueva.
Los ataques contra hospitales son comunes en el conflicto sirio, y en la mayoría de las ocasiones se culpa al gobierno y a sus fuerzas aliadas.
Las fuerzas del gobierno conocían la ubicación del hospital, debido a que la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense había compartido sus coordenadas a través del sistema de notificación de las Naciones Unidas, de acuerdo con una organización de ayuda asociada, la Comisión Internacional de Rescate.
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