BEIRUT. — Ataques aéreos lanzados el sábado en zonas del último bastión rebelde en el noroeste de Siria mataron al menos a 18 personas, entre ellas mujeres y niños, e hirieron a otras mientras se desmoronaba una tregua de tres meses, dijeron activistas de la oposición.
Los ataques en la provincia de Idlib se han intensificado en las últimas semanas mientras el gobierno parece estar preparándose para lanzar una ofensiva contra zonas bajo control rebelde de la provincia, con el fin de asegurar la principal carretera que vincula a la capital, Damasco, con la ciudad norteña de Aleppo, que fuera el centro comercial más grande de Siria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que 20 personas fallecieron en la provincia de Idlib, mientras que la opositora Defensa Civil siria informó que hubo 18 muertes.
Donde hubo más víctimas fue en la localidad de Balyoun, donde la Defensa Civil dijo que fallecieron ocho personas. El observatorio informó que nueve murieron. Ambos grupos también informaron que cuatro personas, incluido un niño y dos mujeres, perdieron la vida en los ataques realizados en el poblado de Bara.
Añadieron que otros cinco murieron en Ibdeita. La Defensa Civil dijo que otro niño murió en la aledaña localidad de Idlib, mientras que el observatorio informó que habían sido dos.
La disparidad entre cifras de víctimas es común cuando acaba de ocurrir un ataque en Siria, donde un conflicto de ocho años ha provocado la muerte de unas 400 mil personas, heridas a más de un millón y el desplazamiento de la mitad de la población que tenía el país antes de la guerra.
Soldados sirios realizaron una ofensiva de cuatro meses en Idlib, que está controlada por milicianos vinculados con Al Qaeda. La ofensiva del gobierno forzó a cientos de miles de civiles a huir de sus hogares.
Un frágil cese del fuego detuvo el avance del gobierno a fines de agosto, pero ha sido violado varias veces en las últimas semanas.
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