Ataques extremistas contra escuelas devastan educación en Pakistán

Advirtió hoy la organización Human Rights Watch.

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Londres, 27 Mar (Notimex).- Los ataques de grupo extremistas, como el Talibán, contra las escuelas de educación básica y universidades paquistaníes están devastando la educación en ese país, advirtió hoy la organización Human Rights Watch.

En un nuevo informe publicado, en la víspera de la Segunda Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras en Buenos Aires, HRW denunció que Pakistán enfrenta importantes desafíos educativos, ya que hay al menos 25 millones de niños sin escolarizar.

Bajo el título “Sueños convertidos en pesadillas: ataques contra estudiantes, profesores y escuelas en Pakistán”, la organización humanitaria documentó una serie de ataques y actos de violencia cometidos por militantes extremistas contra centros educativos paquistaníes.

El informe, de 71 páginas, incluye los testimonios de estudiantes y profesores sobre cómo la violencia militante ha interrumpido la educación de cientos de miles de niños, especialmente de las niñas, a las que se les niega el derecho de estudiar por ser mujers. De hecho, el informe inicia con una parte del discurso la joven paquistaní Malala Yousafzai dijo en diciembre de 2014, cuando recibió en Oslo el Premio Nobel de la Paz, luego de haber sobrevivido a un ataque armado del talibán paquistaní.

Bede Sheppard, subdirector de la División de Derechos del Niño de HRW, recordó en el informe que los talibanes y otros militantes han cometido en repetidas ocasiones terribles ataques contra escuelas paquistaníes, no sólo acabando con la vida de muchos estudiantes, sino ademán privándolos de recibir educación”

“Estos ataques a menudo ocurren porque, con mucha frecuencia, las autoridades han protegido a los militantes o no los han procesado adecuadamente, y eso tiene que cambiar”, indicó Sheppard.

El informe está basado en 48 entrevistas con profesores, estudiantes, padres y administradores de escuelas en las provincias paquistaníes de Punjab, Sindh y Khyber Pakhtunkhwa (KP), en las que se han registrado un sin número de ataques.

De acuerdo con HRW, entre enero de 2007 y octubre de 2016, los militantes han destruidos muchos edificios escolares, han atacado a profesores y estudiantes y aterrorizado a los padres de familia para impedir que sus hijos vayan a la escuela.

“Los grupos militantes islámicos de Pakistán, entre ellos los taliban, Lashkar-e-Jhangvi y sus afiliados, recurren a los ataques contra escuelas y universidades para promover la intolerancia y la exclusión, atacar símbolos del gobierno y, en particular, expulsar a las niñas de la escuela”, destacó.

La organización no gubernamental (ONG), con sede en esta capital, recordó que después de que el Talibán tomo el control de grandes partes del Valle de Swat en 2007, sus militantes comenzaron una violenta campaña contra la educación de las niñas.

HRW recordó que aunque las autoridades paquistaní no llevan un recuento de los ataques, la Coalición Mundial para Proteger la Educación de Ataques registró al menos 838 ataques contra escuelas en Pakistán entre 2009 y 2012.

El hecho de que el gobierno no recopile datos nacionales consistentes y transparentes sobre estos ataques plantea serias preocupaciones sobre su capacidad para supervisar la reparación de las escuelas dañadas o investigar y procesar a los responsables, señaló HRW.

Las amenazas que enfrenta la educación en Pakistán, agregó, fueron puestas en evidencia por los ataques contra la entonces futura ganadora del Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, el 9 de octubre de 2012, y contra una escuela pública militar en Peshawar, el 16 de diciembre de 2014.

“Después del ataque de Peshawar, que acabó con la vida de 135 niños, el primer ministro Nawaz Sharif anunció un Plan Nacional de Acción de 20 puntos para abordar de manera integral el terrorismo; pero ninguno de los 20 puntos se refería a los estudiantes o la educación”, subrayó la ONG.

HRW consideró que Pakistán debe desarrollar una política integral para proteger a los estudiantes -especialmente a las niñas- y a los profesores, escuelas y universidades del ataque y el uso militar, y comprometer a todos los ministerios involucrados a nivel central y local en la implementación de una estrategia.

“El gobierno nacional de Pakistán debería cooperar con las autoridades provinciales para crear un sistema de respuesta rápida anticipada siempre que haya ataques contra las escuelas, para que estas instalaciones sean rápidamente reparadas o reconstruidas”, indicó.

Pakistán, abundó, debería ratificar la Declaración sobre Escuelas Seguras, un acuerdo político no vinculante abierto al respaldo estatal en una conferencia internacional en Oslo, Noruega, en mayo de 2015, con la que los países que la suscriben se comprometen a restaurar el acceso a la educación cuando las escuelas son atacadas.

“El gobierno paquistaní debería hacer todo lo posible para impedir futuros ataques contra la educación, empezando por mejorar la seguridad en las escuelas y proporcionar a la población información confiable sobre las amenazas”, dijo Sheppard.

Los ataques a la educación no sólo perjudican a los estudiantes y las familias directamente afectadas, sino que también tienen un efecto negativo incalculable a largo plazo en la sociedad paquistaní, agregó.

 "El gobierno paquistaní debe tomar medidas urgentes para hacer que las escuelas sean más seguras y procesar justamente a los responsables de ataques contra escuelas, estudiantes y profesores", concluyó Human Rights Watch (HRW).

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