TOKIO (Reuters) - El Banco de Japón alcanzó un nuevo hito después de que su balance superase los 500 billones de yenes (4,48 billones de dólares), cercano al de la Reserva Federal de Estados Unidos, habiéndose más que triplicado desde que la entidad comenzara un estímulo agresivo en 2013.
Sin embargo, la enorme impresión de dinero del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) apenas lo ha acercado a su objetivo de llevar la inflación a un 2 por ciento, lo que subraya las dificultades a las que se enfrenta el banco central en momentos en que el ritmo de su compra de bonos parece insostenible.
El enorme balance del BoJ también complicaría una futura retirada de los estímulos, ya que cualquier aumento en los rendimientos de los bonos por las expectativas de un ajuste monetario podría exponer sus posiciones a pérdidas, según algunos analistas.
Datos del BoJ mostraron que sus activos totales ascendieron a 500,8 billones de yenes a fines de mayo, en comparación con los 425,7 billones de yenes en el mismo mes del año anterior. Su balance era de 164,8 billones de yenes cuando el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, asumió el cargo en marzo del 2013.
El balance del BoJ casi coincide con los 4,51 billones de dólares de la Reserva Federal de Estados Unidos y representa más del 90 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, la proporción más alta entre los cuatro principales bancos centrales del mundo.
Sin embargo, aún después de años de apoyo masivo de liquidez, la inflación se sitúa en un 0,3 por ciento y se espera que permanezca muy por debajo del 2 por ciento en el futuro inmediato.
TOKIO (Reuters) - El Banco de Japón alcanzó un nuevo hito después de que su balance superase los 500 billones de yenes (4,48 billones de dólares), cercano al de la Reserva Federal de Estados Unidos, habiéndose más que triplicado desde que la entidad comenzara un estímulo agresivo en 2013.
Sin embargo, la enorme impresión de dinero del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) apenas lo ha acercado a su objetivo de llevar la inflación a un 2 por ciento, lo que subraya las dificultades a las que se enfrenta el banco central en momentos en que el ritmo de su compra de bonos parece insostenible.
El enorme balance del BoJ también complicaría una futura retirada de los estímulos, ya que cualquier aumento en los rendimientos de los bonos por las expectativas de un ajuste monetario podría exponer sus posiciones a pérdidas, según algunos analistas.
Datos del BoJ mostraron que sus activos totales ascendieron a 500,8 billones de yenes a fines de mayo, en comparación con los 425,7 billones de yenes en el mismo mes del año anterior. Su balance era de 164,8 billones de yenes cuando el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, asumió el cargo en marzo del 2013.
El balance del BoJ casi coincide con los 4,51 billones de dólares de la Reserva Federal de Estados Unidos y representa más del 90 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, la proporción más alta entre los cuatro principales bancos centrales del mundo.
Sin embargo, aún después de años de apoyo masivo de liquidez, la inflación se sitúa en un 0,3 por ciento y se espera que permanezca muy por debajo del 2 por ciento en el futuro inmediato.